Se trata de Luciano Luchino, hijo de un juez Civil de Junín los Andes, que a mediados del año pasado, al intentar pasar un camión, impactó contra la moto en la que viajaban dos soldados voluntarias. La Fiscalía apelará el fallo y presentará un recurso extraordinario, para evitar que le concedan la suspensión de juicio a prueba.

28 Abr 2017
    

Luciano Luchino tiene 20 años, es el hijo de un Juez Civil de Junín de los Andes, y el 12 de marzo del año pasado, su vehículo impactó contra una moto, causando la muerte de las soldados Rosa Tatiana Millapi y Karina Catalán.

Luchino circulaba con un punto de alcohol en sangre, y el impacto, que provocó la mutilación de las víctimas, por la fuerza brutal del impacto, se ocasionó cuando intentó pasar a un camión, sobre la Ruta 40, en un sector de doble línea amarilla, circulando a 100 kilómetros por hora, cuando la máxima permitida es de 60.

No es la primera vez que la defensa del joven, junto al Tribunal de Impugnación, solicita la Probation, también conocida como Suspensión de Juicio a Prueba. Ya en noviembre, el Tribunal Superior de Justicia había rechazado el pedido, solicitando un nuevo análisis de caso.

“El año pasado, cuando se hizo la Audiencia de Suspensión de Juicio a Prueba, el Juez de Garantías Nazareno Eulogio había tomado los argumentos que había presentado yo y había denegado el pedido. Esa decisión la revocó el Tribunal de Impugnación y la concedió igual. La Fiscalía entonces presentó un recurso extraordinario y el Tribunal Superior de Justicia declaró nula la sentencia del Tribunal de Impugnación, generando que se haga un nuevo análisis del caso, dando de alguna forma a entender que la posición de la Fiscalía era la correcta”, detalló el Fiscal del caso, Adrián De Lillo, que además advirtió: “Está pasando, otra vez, exactamente lo mismo”.

En referencia a esto, completó: “Ayer salió nuevamente un fallo del Tribunal de Impugnación, que fue el que analizó nuevamente la Suspensión del Juicio a Prueba, desoyendo el criterio planteado por la Fiscalía, de que el proceso llegara a  una etapa de juicio donde íbamos a pretender una pena de prisión, respaldando siempre la voluntad de la víctima y de la sociedad, que querían ver realmente qué había sucedido y que el caso se resolviera ante un Tribunal de Juicio y con una pena”.

“En medio de esta situación”, agregó además De Lillo, “la Fiscalía ya presentó la acusación para que se haga un Juicio Oral y Público contra Luchino, donde íbamos a pretender una pena mayor a los 3 años de prisión. La fecha de juicio incluso ya estaba fijada del 20 al 23 de mayo, estábamos a días”.

Lo que alegó el Tribunal de Impugnación, compuesto por los Jueces Richard Trincheri, Florencia Martini y Fernando Zvilling, de acuerdo a lo reproducido por el Fiscal, “fue que carecíamos de razonabilidad en la postura que habíamos expuesto, y  que la gravedad del hecho alegada no resulta suficiente en sí misma para fundar la oposición fiscal”.

Técnicamente, el acusado cometió una multi-infracción reglamentaria, con un saldo de dos víctimas fatales, mientras conducía con un punto de alcohol en sangre, a una velocidad superior a la permitida en la zona, abriéndose paso sobrepasando a un camión en un sector de doble línea amarilla. “Es un hecho sumamente grave”, comentó además De Lillo.

En síntesis, para el Tribunal de Impugnación, el hecho no fue lo suficientemente grave para que la fiscalía razonadamente se opusiera a juicio a prueba. 

De todos modos, el Fiscal anticipó que la medida será apelada con un nuevo recurso extraordinario, ya que la decisión “no tuvo en cuenta el derecho de la víctima a la verdad y a tener un pronunciamiento que satisfaga su pretensión, ir a Juicio oral y público y pedir más de 3 años de prisión”.

Lo que alega la Defensa y el Tribunal de Impugnación para solicitar esta nueva Probation, es que el Fiscal no había anunciado que pediría una pena de prisión cuando la investigación estaba comenzando. Sobre esto, De Lillo destacó: “Se fijaron solamente que hace ocho, diez meses, todavía no habíamos concretado la pena que íbamos a pedir, cuando la realidad es que un Fiscal coherente que trabaje con objetividad, no puede, al mes, ya saber cuál va a ser la pena que va a pedir, porque hay  que hacer un análisis profundo del caso, el cual efectivamente dejé plasmado en febrero, cuando pedí que el caso fuera a juicio, y que se le diera la pena máxima de inhabilitación (10 años), y más de tres años de prisión. Habíamos dado suficientes razones para que en este caso, no se concediera la suspensión de juicio a prueba, pero no tuvieron esto en cuenta”.

En la actualidad, Luchino se encuentra viviendo en Buenos Aires, estudiando normalmente, y sin ningún tipo de inhabilitación formal para no conducir, salvo su propia conciencia. 

 

Foto: Archivo. Vehículo de Luciano Luchino tras el accidente.