El vecino Hugo Daniel Zárate le devolvió el color a la Costanera de nuestra ciudad y, solo a cambio de las lijas y la pintura, lijó y pintó, gratis, junto a sus dos hijos, todos los bancos, pretiles y cestos de residuo del paseo.

26 Feb 2018
    

Un vecino de nuestra ciudad llamado Hugo Daniel Zárate decidió transformar la queja en acción y, cansado de ver el deterioro de la Costanera sanmartinense, presentó un proyecto en el Municipio y, junto a sus dos hijos, pintó y lijó todos los bancos, pretiles y tachos de residuos del paseo, “ad-honorem”, solo a cambio de algunos materiales utilizados.

“Me gusta el lugar en el que vivo y me cobija a mí y a mi familia”, detalló, en diálogo con este medio, mientras explicaba cuál fue el instante en el que decidió tomar el asunto en sus propias manos: “Yo disfruto de San Martín, es un lugar hermoso, y una mañana del 11 de octubre de 2017, tomando unos mates en los bancos de los ciervos, miré a mi alrededor y vi cómo estaba muy descuidada esa parte. Se lo comenté a mis hijos y presentamos entonces el proyecto”.

Las formalidades comenzaron ese 13 de octubre, luego de lo que, tres meses después, el 26 de enero de este año, le entregaron los materiales, "el cetol y las lijas", y lo completó: "Yo lijando y mis hijos pintando”. “Comenzamos el 29 de enero”, continuó relatando Hugo: “Lo hice porque amo este pueblo y siempre nos quejamos del otro y no hacemos nada”.

Como un gran perfeccionista, señaló que el trabajo fue realizado “en 15 días, con una sola máquina pulidora”, que era de su propiedad, destacando que si hubiera contado con dos máquinas adicionales, podría haberlo culminado en 7.

Al ser consultado sobre si, ahora que el trabajo estaba finalizado, le había agradecido algún funcionario de la ciudad por la acción realizada, el vecino respondió que, para su propia sorpresa, la respuesta era negativa: “Solamente los vecinos y gente de otros lugares como por ejemplo de Córdoba, Buenos Aires, Rosario, La Rioja me agradecieron, me brindaron palabras de aliento…”, y concluyó: “Lo hice por mi pueblo y por mis buenos vecinos”.

En sus redes sociales, Zárate pidió solamente que ahora todos nos hagamos responsables de mantener el lugar y agradeció a la comunidad por el apoyo, también a los vecinos que los acompañaron acercándoles agua, jugo y facturas en las horas de trabajo y hasta cargándoles la tarjeta del colectivo: “Quiero agradecer por este medio a mis hijos Walter y David que me acompañaron estos 15 días a realizar un trabajo ad-honorem para que nuestra ciudad se vea más hermosa de lo que es, ahora sólo pido que la cuidemos entre todos”.