Rodolfo Ranni y Ana Acosta estarán en nuestra ciudad presentando una función de la obra donde interpretan a un matrimonio con conflictos.

08 Jul 2012
    

 “Si tuviera que sintetizarla en una frase diría: mil carcajadas y alguna que otra lágrima”, dice Rodolfo Ranni, en referencia a “La noche de la basura”, la obra que se presentará el jueves 19, a las 21, en Centro Cultural Cotesma, junto a Ana Acosta.


“Es un texto de 1977, de Beto Gianola. Se estrenó con mucho éxito y tuvo varias reposiciones. Estoy unido al texto por la gran amistad que tenía con Gianola, incluso escribimos cosas juntos. Él me decía `tenés que hacer esta comedia, la escribí pensando en vos´. Por distintas circunstancias no la pude hacer en mucho tiempo. Ahora se dio la oportunidad y estoy encantadísimo”, comentó el actor que, hasta hace poco, trabajó en la novela “Herederos de una venganza”.

Con la dirección de Carlos Evaristo, los actores abordan esta pieza teatral y le dan grandes toques de humor a una típica problemática matrimonial. La obra cuenta con un diálogo sanguíneo y violento, que se entabla entre los miembros de la pareja. Él es un humilde carpintero, que se pasó la vida sacrificándose por la familia, sin más aspiraciones que las de juntar plata y defender, aunque de manera equivocada, la integridad del hogar. Ella vive con el modelo familiar heredado de sus progenitores y sólo se ha ocupado de la crianza de su hijo.

Sobre el escenario en esa situación terrible en que se enfrentan, se dan cita la confusión, la falta de alegría, el temor a la vejez, las frustraciones, el dolor que producen ciertas verdades y el humor. “La gente se ríe en toda la obra. No es que sea una comedia brillante, en realidad es un matrimonio de 30 años de casados que se les casa un hijo con una chica de estrato social distinto. El es carpintero, ella siempre soñó casarse con un ingeniero y eso quedó rondando. Cuando vuelven del casamiento una palabra lleva a la otra y tanto es así, que de nunca hablar, pasan a dar vuelta el tacho y sale toda la basura. Pero todo surge en  clave de humor. Si bien ellos no quieren causar gracia, los diálogos mueven a risa y la gente se divierte muchísimo”, comentó Ranni.

Los sentimientos que florecen ante la puesta en escena de esta historia son ambiguos y contradictorios. Para Ranni, se produce una complicidad entre el público y los actores.
Para mí, la gente se siente identificada. Si no le pasa a ellos, conocen a alguien que le pasa o pasó por esa circunstancia”, dijo el actor.
 
Todos los ingredientes
En un principio la obra iba a ser interpretada por Mercedes Carreras pero no aceptó la propuesta. En ese momento, surgió el nombre de Ana Acosta, una actriz ligada a la comedia, que formó una buena dupla con el Tano Ranni. “Con Ana (Costa) tenemos una muy buena química. Nosotros habíamos trabajado juntos hace muchos años. Estamos muy, muy bien en el escenario”, aseguró.
Por su parte, el director Carlos Evaristo es uno de los más prolíferos dentro del teatro comercial. Dirigió obras taquilleras como “Rumores”, “El último de los amantes ardientes”, “Pijamas”, “Taxi”, “El champán las pone mimosas” y, en otras oportunidades, ya había montado esta obra. “Era un poco obligada su presencia, y con muy buen criterio hizo una puesta muy intimista con los elementos necesarios. Tiene que ver un poco con “La muerte de un viajante”, que tiene toda la luz en su casa y todo el día mira para arriba porque apenas se ve el cielo. Es un poco la idea de la puesta de Evaristo que creo, le da un gran carácter, explicó Ranni”.
 
Con información de LMNeuquen