Desde la Fiesta del Puestero están parando en Junín de los Andes y traen muchos colores: pareciera que la bolsa que buscan dentro de su vehículo estuviera cargada de magia. Los integrantes del consejo empiezan a llegar. A alguno le llama la atención: es que las talleristas pusieron en juego el factor sorpresa, y no saben que hoy reciben visitas.
Cuando ya estuvieron todos, Julieta Vega y Leandro Bortolussi se presentaron. Ella es de Buenos Aires y él de Rosario. Vienen viajando y compartiendo sus juegos, muchos hechos artesanalmente, algunos de su creación, pero también de otros autores.
Los chicos celebran cuando les dicen que “vienen a regalar tiempo de juegos”. Y jugaron. Y con los juegos también viajaron y se metieron en el sueño de un mago, que soñaba con un camino con muchas etapas y con flores, con mariposas y pájaros con poderes, un buho y una noche que se apaga, y también extraterrestres. El relato está a resguardo en “El Guardacuentos”, una caja colorida con forma de pájaro, que brinda la posibilidad de armar las mil y una historias colectivas.
Tomaron la merienda y luego Julieta corrió hacia Karumbe: traía entre sus manos una cajita redonda de metal. En un abrir y cerrar de ojos el espacio comunitario de la Chacra 4 se llenó de música “En clave de Candombe”. Un juego que obligó a los participantes a estar atentos y coordinar el ritmo, la gestualidad y el sonido.
Para cerrar la jornada presentaron a la estrella: Nació Popular, un canapé lúdico afectivo, la primera creación de La jugandera mágica. Pero si pica la curiosidad, habrá que pasar a jugarlo los días martes a las 18 horas por la Biblioteca Recrearte. O contactarse con Julieta y Leandro.
Karumbe espera en la puerta de la biblioteca. Su destino de ambulancia está presente: hoy su urgencia es llevar espacios lúdicos a cada rincón y a quien quiera vivenciarlo.
Para contactarse con “La Jugandera Mágica” pueden escribir a lajugandera@gmail.com, y también los encuentran en facebook o instagram: @lajugandera.