Se trata de uno de los deportes de invierno que más ha crecido en la última década, con el viento y la adrenalina como principales protagonistas.

07 Ago 2017
    

Los amantes de los deportes de invierno que visiten el Cerro Chapelco, no solo tendrán la oportunidad de calzarse las botas de esquí o la tabla de snowboard, sino que también podrán volar más alto, de la mano del Snow Kite.

Se trata de una actividad en la que se utiliza el poder de la vela, el “kite”, conjugado con el del viento, para deslizarse sobre la nieve, hacia arriba, abajo, un costado o el otro, en un sistema muy similar al KiteSurf, pero sumando el equipamiento de esquí o snowboard.

“Es un deporte invernal relativamente nuevo, que en Argentina comenzó a tomar más protagonismo hace unos seis años, pero que en el mundo hace más de diez que está creciendo sin parar”, precisó Diego Duvergés, instructor de Snow Kite en Chapelco, con más de 12 años de experiencia en el rubro del Kitesurf y en la montaña.

Como buen “hermano del Kite Surf”, el Snow Kite “está de moda”, comentó el Profe, en diálogo con Radio Fun: “Se trata de uno de los deportes de invierno que mayor cantidad de adeptos suma año tras año”. Además, indicó que “la clave del kite es que, aparte de tener sustentación, tiene tracción, para embolsar el viento y arrastrar”, y que “al estar conectado por la cintura, a un arnés, no demanda fuerza y te arrastra rápidamente”.

En el Cerro Chapelco no solo se puede disfrutar de clases personalizadas de esta disciplina, sino que además se cuenta con un espacio exclusivo para volar, en lo que conforma un plan perfecto para los que disfrutan de la montaña, tanto turistas como residentes. “Chapelco siempre está buscando desarrollar deportes invernales, cosas nuevas, y brindaron esta oportunidad de poder practicar este deporte y eso es buenísimo”, agregó el Profe.

Sobre las ventajas de la práctica en el Centro de Esquí, detalló que “es como un parque de entrenamiento”, ya que en el mismo se pueden disfrutar distintos niveles de dificultad: “Hay sectores planos, pendientes suaves, un lugar muy bueno para entrenamiento, sectores vírgenes, de todo”.

Por otro lado, comentó que la duración del curso de iniciación de Kite dependerá de la habilidad de cada persona, aunque puede demandar, en promedio, entre 6 y 8 horas para aprender las herramientas básicas. Sobre cuándo se dictan las clases, fue claro: “Los horarios son los horarios del viento; tiene que soplar para que podamos volar, así que si no ocurre, te podés ir a esquiar y no dejar de disfrutar ni un minuto”.

“Todos los días hay Kiters en el Cerro, de eso no tengan dudas”, finalizó el Profe, invitando de esta forma, con dos meses de invierno aún por delante, a los cazadores de viento para disfrutar de una nueva temporada de SnowKite, Windgurú mediante.