La Defensoría del Pueblo y el Ambiente de San Martín de los Andes intervino ante la situación denunciada por la comunidad educativa del Jardín 53, por la falta de edificio propio y las salas dispersas en un radio de 12 kilómetros
En la misma se hace mención a la “precariedad de condiciones” en las que el establecimiento dicta sus clases, en cuatro espacios distintos y distantes entre sí, y se solicita la intervención “urgente” del Ministerio de Educación “para suplir sus actuales carencias y garantizar la plenitud de derechos de su comunidad educativa”.
La nota completa enviada por la Defensoría, expresa lo siguiente:
“Me es grato dirigirme a usted en mi calidad de Defensor del Pueblo y del Ambiente de San Martín de los Andes, para imponerle de la grave preocupación de esta Defensoría y peticionar en consecuencia, por la vulneración de derechos a la que es sometida la comunidad educativa del Jardín de Infantes Integral N° 53 de esta ciudad, por efecto de la multiplicación de salas dispersas que atacan la calidad de prestación del servicio educativo público y con ello la igualdad de oportunidades.
Desde luego, no escapa a esta Defensoría el hecho de que el nuevo edificio del Jardín 53 será construido con recursos federales, merced a su inclusión en la licitación nacional N° 18/16 –Expt. N° 5794/16 para la “Construcción de Jardines de Infantes” con Zona de Ejecución en Patagonia Norte, provincias de Chubut, Neuquén y Río Negro.
Sin perjuicio de que a la fecha de la presente aún no conoce el resultado del proceso licitatorio y la adjudicación cierta de las obras, la presente situación somete a los alumnos y alumnas del Jardín de Infantes 53, sus planteles docentes, directivos y demás personal, a la obligación de dispersar esfuerzos y dedicación en cuatro espacios distintos y distantes entre sí, sobre un radio de actuación de 12 kilómetros.
Las distintas dependencias funcionan a un mismo tiempo en la Escuela N° 313 de Villa Vega San Martín; Escuela N° 86 de Vega Maipú; Escuelas N° 352 de barrio Nahuilén y Sala Anexa en la CDI Municipal “Pichi Rayén” ubicada en barrio El Arenal.
Por cierto, tampoco es ajena esta Defensoría a la complejidad que supone dotar de adecuados espacios de enseñanza-aprendizaje a una institución educativa que, de suyo, ni siquiera cuenta con edificio propio, lo que a la vez resulta indicador palmario de la imprevisión con la cual se ha enfrentado el natural crecimiento de la matrícula, en este caso desde su creación en 2009.
Pero ni la jubilosa espera del prometido edificio propio ni la obligatoria responsabilidad de dar banco a los ingresantes en cada turno, justifica el hecho de intensificar la dispersión apuntada, como ocurrió en el presente ejercicio con la referida creación de una sala anexa en un cuarto espacio a atender.
Por otra parte, Señora Ministra, según se refirió a esta Defensoría y a medios de comunicación locales a propósito de una acción simbólica de la comunidad educativa del Jardín N°53 en el terreno asignado para el futuro edificio, otras medidas administrativas asumidas por la autoridad educativa no han hecho más que agravar la presente precariedad de condiciones.
En efecto, la Sala para niños de 3 y 4 años creada en julio del 2016 en Barrio El Arenal no corresponde al radio escolar de la institución y, con su habilitación, si bien se garantizó cubrir las necesidades, se descuidó la previsión pedagógica consecuente. Se creó solo un cargo de preceptora y de auxiliar de servicios para esa sala, sin considerar los cargos de profesor de educación física y de música.
En este sentido, refiere la comunidad educativa, se sumó un horario más a los profesores de áreas especiales no contemplando las distancias a recorrer desde una sala a otra, por lo que se garantizan dos estímulos para esta sala, en detrimento de menguar el tercer estímulo a las otras. Asimismo, la carga horaria compartida y las distancias a recorrer que incluyen el traslado de elementos de una sala a otra, “hace casi imposible proyectar actividades pensadas y programas para nuestros niños”, conforme relatan las educadoras.
En igual sentido, la falta de creación del cargo de vicedirección y las dificultades descriptas aquí de forma somera, no hacen más que crear una intolerable desigualdad de oportunidades entre los niños y niñas que acuden al Jardín N° 53 y sus pares de otras instituciones educativas del mismo nivel.
En consecuencia, solicito a Ud. que revea de forma integral la situación del Jardín N° 53, provea los medios y ejecute las acciones necesarias para suplir sus actuales carencias y garantizar la plenitud de derechos de su comunidad educativa.
Sin más, pongo a su disposición esta Defensoría para todo cuanto resulte menester y usted considere de provecho su colaboración, a la vez que hago propicia la oportunidad para expresarle mis respetos".