El Concejal de Unidad Ciudadana aseguró que “el vertedero y las viviendas no deben convivir” y destacó la "presión" ejercida por los vecinos para lograr el pedido de relocalización del depósito de residuos sólidos urbanos, una vez que se colmate la quinta celda.

29 Sep 2017
    

El Concejal de Unidad Ciudadana, Martín Rodríguez, se refirió al fallo de la Justicia que dio lugar al amparo presentado por la Defensoría del Pueblo local, que establece la relocalización del vertedero municipal una vez colmatada la celda 5, así como un plazo (que ya corre) de 180 días para que el Ejecutivo Municipal informe cómo y dónde depositará los residuos sólidos urbanos una vez colmatada la celda 5.

“Los vecinos desde temprano han planteado una cuestión obvia, que es que la basura de 35 mil habitantes la recibe solo un grupo, que convive con moscas, malos olores, cirujeo, vecinos que andan juntando cosas por necesidad, roedores, bolsas volando, que lo que nos marcan que como ciudad tomamos malas decisiones”, aseguró:No debe convivir la disposición final de los residuos sólidos urbanos con las viviendas, las dos decisiones en el mismo lugar fueron erradas”.

Si bien el concejal destacó que en los últimos 20 años San Martín de los Andes mejoró el modelo de tratamiento de los RSU, indicó: “Supimos ser un basural a cielo abierto en Villa Paúr, y mejoramos, entre otras cosas, por presión y movilización de los vecinos”.

“Lo que está de más en Cordones, es el vertedero”, arrojó Rodríguez: “Los vecinos, patrocinados por la Defensoría, presentaron informes de Zona Sanitaria IV diciendo que no es sano que se conviva con la basura. Tenemos que aprender a escuchar y sumar fuerzas entre todos. Las soluciones nacen del diálogo y del trabajo”.

El Concejal, durante la jornada de ayer, también envió un comunicado de prensa, titulado "No se trata de repartir culpas, sino de buscar soluciones", que puede leerse a continuación, alineado con sus declaraciones:

"Una importante nota del diario Rio Negro, publicada esta semana, presenta la dificultad para el Municipio en conseguir un nuevo sitio de disposición final de los residuos, ocasionado por medidas judiciales presentadas por vecinos y vecinas de los barrios lindantes al vertedero actual.

El diario señala que el amparo fue promovido por “nuevos” vecinos que fueron a vivir a ese barrio en el año 2015 y que su derecho al ambiente sano atentaría contra el resto de la ciudadanía, ya que pondría en jaque a la localidad en cuanto al destino de sus residuos.

Lo anterior no está alejado de las declaraciones de la intendenta en medios radiales que buscan responsabilizar a estos mismos vecinos y a la Defensoría del Pueblo y del Ambiente por patrocinarlos, declaraciones por las que afortunadamente pidió disculpas. En el mencionado artículo se hace mención a mi persona, en carácter de titular del Instituto de Vivienda y Hábitat en la gestión de gobierno anterior, donde me intentan responsabilizar de la ubicación actual de muchas de esas viviendas, tanto en Cordones de Chapelco como en el Chacra 32, hecho por el cual me declaró orgullosamente culpable.

Es importante señalar y reconocer que este reclamo vecinal no es “nuevo”, cuando fuimos gobierno municipal también tuvimos numerosas quejas de vecinos y vecinas de las chacras 28 y 30 cuando se colmató la celda IV y comenzamos las acciones para la apertura de la actual. Esa fue una decisión difícil, pero que asumimos como parte de nuestra responsabilidad como Ejecutivo Municipal de ese momento, a pesar que heredamos la colmatación de la celda cuarta, se conversó, pusimos la cara con los vecinos y vecinas.

Pero por todo lo anterior es necesario expresar lo siguiente: Mancomunadamente, a partir del año 1998, como ciudad, San Martín de los Andes decidió expandir su área periférica en dirección al aeropuerto a raíz de la publicación de lo que se llamó el Plan de Expansión Periférica. En esos mismos años, también se sancionó la ordenanza nº 2936 que sentó las bases para la urbanización de la chacra 30 que luego pasaría a llamarse Cordones de Chapelco.

En ese mismo sentido, se planificó y sancionó la ordenanza nº 3012 que fue el ordenamiento urbano de la vega plana y áreas contiguas que planificó cómo y para dónde teníamos que crecer como ciudad. También a partir de esos años se cierra el basural en Trompul y los residuos empiezan a disponerse en el actual vertedero ubicado en las  2 canteras de Werefkin. De hecho, el relleno sanitario con las condiciones de seguridad actuales recién se implementa en el año 2000 a partir de la celda II. Esto significó una mejora sin lugar a dudas.

A partir del año 2000 en adelante se comienza a equipar Cordones de Chapelco con la compra y construcción de la escuela nº 359 y se consolidan otros planes de vivienda que se fueron incorporando con fondos provinciales y nacionales, en muchos casos, sumando el impulso de cooperativas locales como COVISAL, entre otras. A la vez y como contrapartida se siguieron abriendo nuevas celdas de residuos en la ubicación actual del vertedero acorde al crecimiento de nuestra ciudad.

En el año 2008, por medio de la ordenanza nº 8189, se proyectan nuevas urbanizaciones en la tierra que el Municipio había adquirido para ese fin en la chacra 32 y se construyeron nuevos planes de vivienda con nuevos aportes de fondos de Nación y Provincia. También, y es necesario reconocerlo se agregaron nuevas celdas al vertedero, como así también otras instalaciones asociadas como el centro ambiental en el año 2011. Este centro ambiental fue la primera etapa de las obras hechas con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) producto de un convenio suscripto entre la intendenta Luz María Sapag y el intendente de Junín de los Andes, Enrique Campos. La segunda etapa de este convenio es que ambos municipios tengamos un vertedero regional. Estos fondos disponibles y a la espera de resoluciones entre ambas jurisdicciones, sería la solución para resolver esta crisis que tenemos a fin de año.

A partir del año 2011, como parte de este desarrollo en el área de expansión, pudimos comenzar a construir un barrio modelo como es la chacra 32, donde no solo cumplimos con los porcentajes de espacios públicos exigidos por nuestras normativas (reserva fiscal y 16% para espacios verdes), sino que planificamos y dejamos una reserva de tierra para el equipamiento comunitario por Ordenanza n° 10.608 para la realización de una futura escuela primaria, escuela secundaria, jardín de infantes, nodo cultural, musicantes, auditorio, polideportivo, biblioteca, policía, bomberos, mercado comunitario, centro de jubilados, delegación municipal, oficina descentralizada del EPEN, entre otros. Este incremento en un 25% de tierra reservada para infraestructura comunitaria mejorará los indicadores urbanísticos y la calidad del hábitat del barrio.

Sin embargo,  como pudimos observar a lo largo del desarrollo de estos dos barrios, donde hoy viven más de 5 mil familias, mezclamos casi en dos décadas, viviendas de todo tipo con instalaciones asociadas a residuos sólidos urbanos. Y eso estuvo mal y el área quedó como lo muestra el siguiente gráfico.

Este escenario fue alertado por los vecinos y vecinas de Cordones de Chapelco y Chacra 32 que comenzaron a percibir que esta situación cada día se hacía más insostenible, debido a varios impactos negativos a su alrededor (molestias, ruidos, olores, moscas, etc.) y que era necesario trasladar el vertedero a otro sitio que no fuera la ubicación actual.

El informe de zona sanitaria IV fue categórico al respecto: no podían convivir instalaciones asociadas a residuos sólidos urbanos con barrios residenciales. Y la Justicia terminó dirimiendo esta cuestión e hizo valer el derecho de los vecinos y vecinas a vivir en un ambiente sano, y como funcionarios tenemos que saber aceptar esto y obrar en consecuencia. También nos lo dicen los dos fallos de la justicia.

Hoy el San Martín de los Andes que somos, con los valores que siempre tuvimos, con los ideales que siempre nos movilizaron, nos dice que no resulta compatible la disposición final de nuestros residuos sólidos con los barrios de más de 5 mil vecinos, con las escuelas, con los jardines maternales y guarderías.

No hay que defenderse de las opiniones de los vecinos y vecinas de la localidad, por el contrario tenemos que saber escuchar y con responsabilidad sumar esas voces en el camino de nuestras decisiones.

No es tiempo de echar culpas, es tiempo de sumar fuerzas y entre todos lograr la relocalización y tratamiento regional de la basura, esto es construir, esto es resolver, solucionar, GOBERNAR.

 

Concejal Martín Rodríguez"