Luego de la primera explosión del volcán Puyehue Cordón Caulle el pasado 5 de junio, los 120 residentes de Villa Lago Meliquina quedaron enterrados bajo 15 centímetros de ceniza que afectó a toda la región. Recibieron los primeros días algunos barbijos, un poco de agua y a casi 4 meses del episodio han quedado olvidados en el paraje.
Desde la Comisión de Fomento de Villa Lago Meliquina, su presidente Daniel Stroia cuenta la desesperación y angustia que sufren los vecinos, por estos días, ya que comenzó la época de vientos y la dificultad para respirar es cada vez mayor.
Sobre la posibilidad de evacuación de la Villa, Stroia indicó “queremos ser optimistas y tratar de paliar la situación de alguna manera, si bien no contamos con ayuda ni de Provincia o de Nación, seguimos gestionando algunos elementos que nos posibiliten permanecer en nuestras casas.” Además agregó “acá vivimos 120 personas de forma permanente, y como en la Villa vivimos del turismo, en verano la población alcanza los 1000 habitantes, por lo que se nos hace muy difícil abandonar todo lo que tenemos.”
Por notas y vía telefónica están solicitando tener en la Villa un camión regador que aplaque el efecto de la ceniza volada, como así también la posibilidad de contar con una planta potabilizadora de agua de purifique los cursos naturales, desde donde se proveen los vecinos, afectados por las cenizas.
“Nosotros no tenemos red de agua potable, no tenemos electricidad; la gente saca agua de los arroyos y hoy esos cursos de agua no son potables, al día de hoy hay alrededor de 6 cm de arena volcánica y un poco de ceniza que cayó después de la explosión del fin de semana.”
“Estamos agotando todas las instancias de gestión desde acá sin tener que viajar a Neuquén ya que nosotros no contamos con presupuesto propio con lo cual deberíamos tener que costearlo de nuestros bolsillos” concluyó Stroia.