Un ejemplar de pudú sorprendió a una familia mientras navegaba con su bote, al fondo del lago Lácar, en el Parque Nacional Lanín.

20 Feb 2020
    

El animal bajó al lago desde unas piedras y se desplazó por el agua unos metros por delante de la embarcación, sorprendiéndolos a todos y acercándose a la costa, donde permaneció unos minutos en la orilla, hasta perderse nuevamente en el bosque.

De acuerdo a lo informado desde el PNL, gracias a la información brindada, los biólogos del Parque completaron la planilla de Especies de Vertebrado de Valor Especial (EVVEs), posibilitando el fortalecimiento en la toma de decisiones de manejo de esta y otras especies protegidas.

 “Siempre quise ver un pudú. Jamás me imaginé que iba a ser de la manera que fue, porque sé su historia y su riesgo”, señaló Chechu Sánchez, una de las integrantes de la familia: “Ojalá todos en el mundo entendamos la importancia de protegerlos a ellos y a todo el contexto natural”.

Cabe recordar que el pudú (Pudu puda) es el segundo ciervo más pequeño del mundo, llegando a medir entre 36 y 45 centímetros. El macho presenta una cornamenta simple de hasta 10 cm de largo. Su pelaje es denso, de color pardo rojizo uniforme. La cría nace con manchas blancuzcas que se mantienen hasta los dos meses.

Esta especie vive en bosques húmedos, templados y fríos con estrato arbustivo denso, en el sur de Argentina y Chile, desde el nivel del mar hasta los 1700 metros de altura. En Argentina se encuentra desde el sudoeste de la provincia de Neuquén (al norte del Parque Nacional Lanín); Nahuel Huapi, Los Arrayanes, Lago Puelo, hasta el noroeste de Chubut (Parque Nacional Los Alerces).

Se alimenta básicamente de hojas y brotes tiernos de árboles y arbustos, pero también ingiere helechos, gramíneas, flores y algunos frutos.


A pesar de la protección que posee en los Parques Nacionales, situaciones puntuales ponen en jaque a los pudúes, como la presencia de perros en las áreas protegidas, que además representan una fuente de contaminación, de dispersión y de contagio de enfermedades para la fauna nativa y su ambiente. Incluso se han comprobado cambios de conducta, distribución y movimiento de los vertebrados nativos cuando existe la presencia de mascotas. En este sentido, y para evitar esta interacción negativa, se recuerda que está prohibido el ingreso de mascotas a los Parques Nacionales.