El intendente de San Martín de los Andes, Carlos Saloniti, ha sido víctima de un hackeo telefónico que resultó en una estafa a cuatro de sus contactos. Ante esta situación, el jefe comunal ha realizado una denuncia penal en la Comisaría 23 y se encuentra en curso una investigación para dar con los responsables.
El incidente se produjo cuando hackers lograron sortear las medidas de seguridad del teléfono celular del intendente. Saloniti tomó medidas inmediatas y utilizó las redes sociales para advertir a sus familiares, amigos y vecinos de la localidad cordillerana sobre la situación.
En un mensaje en Twitter, el intendente informó: "Este viernes he sido víctima del hackeo de mi cuenta de Whatsapp. Mis contactos ya están recibiendo pedidos, especialmente de dinero. Les pido que desestimen esos mensajes". Además, se dio a conocer que los mensajes falsos están siendo enviados desde el número telefónico 2972-432800, que ya no pertenece al intendente.
Según relató Miriam Bersano, directora de Ceremonial y Protocolo, el intendente cayó en la trampa después de recibir una llamada de Whatsapp desde un número que no tenía registrado, pero que aparentaba ser del Ministerio de Salud de la Nación. El falso operador solicitó información sobre los síntomas posteriores a la última dosis de la vacuna contra el Covid-19, sorprendentemente, poseía detalles precisos sobre las aplicaciones de la vacuna y los datos personales del intendente.
La maniobra consistió en que el falso empleado le envió un código y solicitó que lo dijera en voz alta. Luego, se le pidió que confirmara la nueva colocación de una dosis unificada. De esta manera, los estafadores pudieron acceder al teléfono del intendente, quien se percató de la situación cuando sus contactos comenzaron a recibir mensajes en su nombre solicitando transferencias de dinero.
La directora de Ceremonial acompañó al intendente en el proceso de denuncia, y lamentó que cuatro personas hayan sido estafadas, realizando transferencias a tres cuentas digitales identificadas como CVU. Según Bersano, se sospecha que los ciberdelincuentes son jóvenes de entre 18 y 21 años, y tienen información detallada de los nombres de los contactos a los que dirigieron los mensajes.
El intendente, consciente de la gravedad de la situación, contactó personalmente a algunos conocidos para difundir la situación y advertir que él no estaba solicitando ningún depósito de dinero. Es importante que la comunidad esté alerta y tome precauciones adicionales para evitar ser víctimas de este tipo de delitos cibernéticos.