No es un atractivo turístico, más bien es una situación de riesgo. La casa de la vecina Sandra Campos del barrio Godoy está prácticamente en el aire producto de la erosión de la tierra debajo de su vivienda en la ladera del Curruhuinca.

12 Sep 2012
    

A metros de la calles Ragussi, en la ladera del cerro Curruhuinca en el barrio Godoy, la vecina Sandra Campos sufre uno de los problemas preocupantes por estos días, la erosión de la tierra debajo de su casa.

Esto provocó que su vivienda se encuentre virtualmente en el aire con el consiguiente riesgo de que la misma se caiga. El terreno que existía debajo de la casa fue cediendo produciendo un cuadro por lo menos preocupante.

Sandra, ilusionada con la recorrida que iban a hacer funcionarios junto con especialistas en geología, espero esos días a que pasaran por el barrio para mostrarles la situación y solicitar la asistencia que necesita.

Ella vive con su familia en ese predio hace 28 años, pudo construir su casa durante el primer gobierno de Luz Sapag a través del Plan Arraigo. Este plan preveía la construcción de muros de contención, habida cuenta de que se encuentra sobre la ladera del cerro Curruhuinca.

“Hoy mi casa está agarrada por las raíces de los ciruelos y árboles que hemos plantado” relata con nerviosismo la dueña de casa, a la vez que recuerda que el primer reclamo se lo hizo a Sergio Schroh cuando estaba en campaña, allá por 1999. Más tarde alzó su voz en la junta vecinal, también sin éxito, y así pasaron Carlos Pedruelo, subsecretario de juntas vecinales de Jorge Carro, los ingenieros del Promeba y “así han pasado cuantos en obras públicas que no nos dieron bolilla” cuenta desesperanzada Campos.

“He hecho notas, pedidos, al último que fui a ver fue a Carlos Welsh, de desarrollo social y dijo que iban a hacer los trámites para que vinieran a verme. Esto fue en abril y nadie ha venido. Por ahora Dios me mira de arriba pero acá abajo no me ven” relata la vecina.