A partir del surgimiento de algunas agrupaciones políticas, que abordan diferentes temáticas, bajo la bandera de Libres del Sur, pero que llamativamente se diferencian de los referentes locales del partido, es que Emilia Otharán explica que “la política hoy no está dando señales muy claras de quien es quien”.
Ejemplifica que su partido a nivel nacional es opositor al gobierno, mientras que en San Martín de los Andes tomaron la decisión de participar en un acuerdo liderado por el Frente para la Victoria, lo que genera dentro del espacio político diferencias y escisiones en la dinámica del quehacer diario de la militancia partidaria.
Si bien califica a Libres del Sur como una “fuerza bastante compacta”, minimiza la aparición de estas agrupaciones como una grieta dentro del espacio, ponderando la construcción de su espacio en base a trabajo y militancia.
“En principio no pasa nada grave, creo que todo lo que suma ayuda, creo que ésta participación de un sector que quiere hacer un centro de estudios (ICEPCI) suma y después hay un grupo (MuMaLa) que intenta, por desgracia sin demasiada experiencia, trabajar en el tema de género”, contó la concejal.
Y aprovechó para, marcando diferencias, recalcar el trabajo que Libres del Sur realiza desde hace casi ocho años con la agrupación nacional Juana Azurduy, “hemos hecho un trabajo muy social y muy de campo y hace casi ocho años trabajamos en esto y que suerte que hemos sido los disparadores para que haya distintas agrupaciones”.
“En cuanto a la otra agrupación, que es un brazo de Libres del Sur (MuMaLa), es una agrupación muy nueva, y si pertenece deberá integrarse a las reuniones formales, y desde ya tienen la puerta abierta” invitó Otharán.
En estos temas no se puede improvisar – aclaró la funcionaria sobre la temática de género – hay que conocer el tema, tenes que tener cierta experiencia, cierta formación, no alcanza con un título de la universidad, (porque) el problema está en la calle, en las escuelas, como Juana Azurduy hemos intervenido en muchos lugares, con muchas experiencias, que no nos hacen más importantes pero si nos enriquece.
En tanto reflexiona que este tema (el de género) “no se puede manosear, es como el tema de las adicciones, la marginalidad, no sólo por hablar de drogas es que sabe de adicciones, y más planteado desde un lugar social” concluyó.