Los humanos nos somos los únicos que sufrimos el calor en estas épocas. Nuestras mascotas también y necesitan de una atención especial, pero que es muy simple. Algunas recomendaciones.

24 Ene 2013
    

En la época de verano tenemos que tener en cuenta determinados riesgos a los que están expuestas nuestras mascotas, generalmente provocados por la mayor actividad que genera el buen tiempo y por los despistes que se producen en el período estival, ya que reducimos bastante nuestro nivel de alerta.

El golpe de calor es, sin duda, uno de los mayores riesgos que corren nuestras mascotas en verano, derivado de las elevadas temperaturas que existen en estas fechas. Los perros y gatos no pueden regular su calor corporal mediante el sudor, ya que no tienen glándulas sudoríparas en el cuerpo, como poseemos los seres humanos. Lo hacen a través de jadeos, del sudor que se elimina por las almohadillas de las patas y, en el caso de los gatos, a través del lamido.

¿Cómo prevenir el golpe de calor?

Es típico ver en verano perros que se quedan en el coche o atados a cualquier poste a la espera de sus dueños, estando a merced de sufrir un golpe de calor si están expuestos al sol y no tienen posibilidad de refrescarse. Además, en función del estado de salud de nuestro animal, la probabilidad de sufrir este proceso aumenta. Por ello, animales con problemas cardíacos, obesos, de avanzada edad o muy jóvenes, son más propensos a sufrir este problema. Aquí van unos cuantos consejos para evitarlo:

*Tener siempre disponible agua limpia y fresca.

*Estar en espacios amplios y ventilados.

*Contar con zonas con sombra en casa.

*Darle de comer a primera o última hora del día.

*Evitar que haga ejercicio en horas de mucho sol.

*No perderlo de vista.

*No dejarlo dentro de un vehículo ni atado a pleno sol.

*Sacarlo a pasear a primera y última hora del día, y a mediodía lo mínimo para que haga alguna necesidad, pues es la hora pico de sol.

*En viajes largos, ir refrescando a nuestro animal, bien con paradas o con cubitos de hielo, paños húmedos, etc.

Riesgos en zonas turísticas:

En verano hay una mayor afluencia de gente y de coches, por lo que la probabilidad de atropellos aumenta. Es recomendable no perder de vista a nuestra mascota, llevarla bien sujeta, sobre todo en zonas donde el tráfico sea mayor.

Además, tenemos que tener cuidado con las peleas entre los perros. Éstas se producen porque, cuando nuestra mascota pasea por territorios nuevos, puede encontrase con otros perros que controlan la zona, y pueden empezar una pelea con el fin de expulsar a un intruso de su territorio.

En estas épocas de gran movimiento, de mayor actividad,  nuestra capacidad de atención disminuye, y nuestra mascota está expuesta a una mayor cantidad de estímulos, que acaparan con gran facilidad su atención. Si sumamos estos dos factores, es fácil comprender por qué el número de extravíos y de robos de mascotas aumenta tanto en esta época. Por ello, es preciso recordar la importancia de tener bien identificada nuestra mascota, tanto con el microchip como con su placa identificativa.

Cuidado con los insectos:

Si a lo largo del año tenemos que prestar atención a los parásitos, en la época de calor este cuidado es mayor, ya que, debido al calor y a la humedad del ambiente, la proliferación de insectos es muy elevada. Es muy importante que tengamos a nuestra mascota bien desparasitada. Hay que recordar que los insectos (mosquitos, pulgas y garrapatas) son transmisores de peligrosas enfermedades para nuestros animales. La mayor parte de las reacciones alérgicas en nuestras mascotas están producidas por el veneno de determinados insectos (tábanos, abejas, etc.) Sin embargo, existen otro tipo de animales cuya picadura puede provocar un gran daño. Si estamos en el campo, tendremos que tener cuidado con las picaduras de serpientes y, en el caso de ir a la playa, extremar las precauciones frente a los venenos, por ejemplo, de la medusa. En caso de picadura, debemos llevar el animal inmediatamente al veterinario.

Info: PeninsulaAnimal.com