El cordobés José Meolans es lo que se dice un verdadero todoterreno. De mejor nadador argentino de todos los tiempos se transformó en padre de familia, flamante empresario y por si fuera poco... ciclista. ¡Sí, ciclista! Es que hace un tiempo se “prendió con un grupo de amigos para salir a pedalear” y se enganchó tanto, que ya corrió varias carreras y se apunto para participar el 23 de noviembre del clásico La Unión Siete Lagos.
Montado en su bicicleta, el cordobés que ganó en Moscú 2002, la medalla de oro en los 50 metros libre de la Copa del Mundo, dispara “me encantan los senderos, me fascina la naturaleza y me energiza superarme. Es por ello que elegí correr esta carrera, porque se disputa en uno de los circuitos más lindos del Planeta”.
Cuando era niño José disfrutaba de sus vacaciones en la pileta de sus abuelos en la Ciudad de Morteros, Provincia de Córdoba y en su casa de veraneo a orillas del río San Antonio. Allí fue donde dio sus primeras brazadas, las que darían comienzo a una larga carrera de múltiples récords y la conquista de su máximo logro.
La Unión Siete Lagos, une los 110 km que separan a las ciudades de Villa La Angostura de San Martin de los Andes, a través a de la mágica ruta de los Siete Lagos. Es una carrera para que participen todas las personas a las que las apasiona tanto el deporte, la aventura, la vida al aire libre y la naturaleza. El recorrido trazado, garantiza adrenalina, diversión y diversidad de suelos, enmarcados en uno de los paisajes más lindos de la Argentina.
En la ruta de los Siete Lagos, conviven en delicada armonía los lagos: Lacar, Machónico, Falkner, Villarino, Espejo, Correntoso y Nahuel Huapi, contenidos por los parques nacionales el Lanín y Nahuel Huapi, que además resguardan arroyos, cascadas, valles y montañas, que pueden observarse desde más de una decena de miradores naturales, ubicados en distintos puntos estratégicos de la ruta.
“Mi idea es ir, largar y llegar bien. No sufrirlo. No voy para competir contra nadie. Es más una meta personal que otra cosa. Lo hago por placer. Yo ya entrené mucho tiempo y no tengo ganas de ponerme de cabeza. Trato de salir a andar dos o tres veces por semana, pero tampoco me obligo. Ya pasé todo ese proceso de muchos años y hoy lo tomo más como una diversión, un esparcimiento”, cuenta emocionado Meolans.
Más allá de las condiciones propias para realizar cualquier deporte, el Tiburón prefiere quedarse con algunas de las palabras que fueron determinantes para llegar a concretar sus metas: dedicación, trabajo, perseverancia, esfuerzo y compromiso. El hombre que participó de los juegos olímpicos de Atlanta, Sydney, Atenas y Beijing, parece dispuesto a seguir aprendiendo y afrontando nuevos desafíos, en este caso, pedaleando intensamente por la mágica ruta de los Siete Lagos.