Es cierto que se sufrió y más de lo que muchos imaginaban pero también es cierto que se le ganó a un duro rival que nunca se dio por vencido y que tuvo en su arco a una de las figuras del encuentro, Diego Benaglio. En un Mundial poco importa jugar bien si se ganan los partidos y más aún en este tipo de fases en las que habrá que equivocarse menos que el rival si se quiere seguir en carrera, el conjunto argentino sufre y no convence pero gana.
Alejandro Sabella tendrá cuatro días para pensar, analizar y probar el equipo que enfrentará a Bélgica. Tanto Higuaín como Gago ya han jugado más minutos de los que realmente merecían. El flojo rendimiento de ambos obliga a buscar variantes. En una Copa del Mundo no se les puede dar tantas posibilidades por más que se sepa que su nivel es otro, habrá que mirar el banco de suplentes y pensar en modificaciones.
En el plano defensivo hay más errores que aciertos y es por esto que partido tras partido se destaca el nivel del tan cuestionado Sergio Romero. Federico Fernández y Pablo Zabaleta están lentos, fallan en las marcas, pierden los mano a mano y muestran falencias que durante las eliminatorias no mostraban.
Un párrafo aparte merece Javier Mascherano. Es quien pide la pelota cuando el equipo no funciona y es quien corre por sus compañeros cuando ellos están cansados. Es el capitán sin cinta de un conjunto que se lo nota unido fuera de las canchas y durante los partidos por momentos se los nota perdidos pero ahí está el león del mediocampo para tapar con parches los errores de sus compañeros.
Contra Bosnia, Irán y Nigeria fue Messi quien cambió jugada por gol pero esta vez le tocó el turno a Dí María. “Gracias a dios el enano llevó la pelota y se la dio al flaquito que definió bárbaro”, declaró Romero en la zona mixta apenas terminó el encuentro. Entre ambos decidieron que no era el momento para que la Selección Argentina definiera desde los doce pasos y minutos antes de que finalizara el segundo tiempo suplementario optaron por ponerle fin al partido y mandar a los suizos de regreso a su país.
En resumen, Argentina no juega bien pero gana. Bélgica será el próximo rival a vencer y junto con Colombia son las únicas tres selecciones que ganaron los cuatro partidos que jugaron. Hay que tener los pies sobre la tierra y darse cuenta que todavía no se logró nada, que un partido puede dejarnos con las manos vacías y habrá que pensar en cumplir un objetivo más el próximo sábado a las 13 horas.
@martinmosie // Por Martín Mosiewicki