EL CDI de El Arenal volvió a recibir a las niñas y niños del barrio, además de sus familias, luego de los trabajos realizados para mejorar las condiciones de seguridad y una adecuación del edificio que albergó a las infancias desde hace más de 45 años.
Mientras los niños estuvieron en las salas en el período de adaptación, los adultos responsables compartieron un desayuno en una sala armada para ese fin.
Las familias y sus niñas y niños estuvieron acompañadas por la secretaria de Desarrollo Social, Rocío Demateo; la subsecretaria del área, Romina Leiblich; la directora de Primera Infancia, Erica Serafin, y la directora de la Pichi Rayen, Adela Muñoz.
Desde que comenzaron las obras, en agosto pasado, se realizó la readecuación integral de la instalación eléctrica a cargo del profesional matriculado Martín Torres, quien también estuvo a cargo del informe de seguridad eléctrica del edificio.
La obra incluyó la construcción de un pilar normalizado; tablero principal y seccional; reemplazo de luminarias; recableado de toda la instalación; iluminación interior y exterior; luces de emergencia y puesta a tierra. Como parte de estos trabajos, se independizó la instalación eléctrica del CDI con el complejo de viviendas sociales lindero.
También se realizó el reemplazo de tanques de reserva de agua con modificaciones de cañerías y la refacción general de baños; colocación de piletas y bachas nuevas y reparación de sanitarios; limpieza y reparación de calefactores.
Esta etapa incluyó, además, la reparación de cerraduras y puertas; barras antipánico en salidas de emergencia y señalética en escalones y desniveles; y los protectores para evitar quemaduras con los calefactores recibieron pintura ignífuga.
Demateo recordó que las obras se realizaron gracias a un convenio de uso entre el Municipio y el Consejo Provincial de Educación (CPE) ya que el edificio se comparte, en horarios cruzados, con el Centro de Iniciación Artística N°5, que depende del Estado neuquino.