Es la actitud de la comunidad educativa de la Escuela 359 de Cordones del Chapelco, frente a las distintas situaciones por las que debe pasar para que, de una vez por todas, puedan conseguir tener su edificio escolar, cuyo plazo previsto venció ayer, sin la respuesta esperada.

16 Ago 2013
    

En pocos días más se cumplen 3 años de la primera fecha prevista de entrega de la escuela 359 de Cordones del Chapelco, por parte del gobierno nacional en el marco del Plan Más Escuelas. La última fecha prometida, fue ayer y tampoco se cumplió.

Esto no evitó que su director Rafael Urretabiscaya reuniera a los alumnos de 1er grado y sus docentes, que cursan en una sala de la delegación municipal, y los cruzara hasta el edificio para poder homenajear al general San Martín en un simbólico acto escolar.

“Pero la escuela no está lista, le falta muy poco. Pero no está”, debió repetir Urretabiscaya.

A pesar de esto Rafa – en una suerte de reafirmación de la vocación – decía “los que trabajamos con la infancia estamos como obligados a proyectar y mirar que es lo mejor de los posible, que no es lo ideal, pero es lo mejor de lo posible. En esta etapa de la infancia que viven estos chicos, es importante ver cómo se puede hacer lo más rápido para que las cosas estén,” reflexiona esperanzando el director de la 359.

Además de la falta de la terminación de la obra de la escuela, otro monstruo con el que deben enfrentarse desde la escuela – deberíamos todos – es la provisión del gas. Si bien en su momento la obra tuvo la factibilidad por parte de Camuzzi, parece ser que ahora la empresa dice que para tener el servicio “la escuela (¿?)” debe hacer dos obras de ampliación del gasoducto.

“Es un planteo extorsionador y muy cínico de Camuzzi, que tendría que enojar a nuestros gobernantes, alguien le tiene que decir que las cosas no son así; nos dicen que no hay problema en proveer el gas siempre y cuando hagamos dos obras terribles de ampliación, como si lo fuéramos a resolver con una feria de platos. Esto lo tiene que resolver el gobernador”, comentó el directivo.

Finalmente Urretavizcaya no dejó de mencionar el orgullo que siente por los 50 chicos que están cursando el primer grado, “están aprendiendo muy, se han hecho muy buenos amigos, porque son pibes fenómenos, por el acompañamiento de su familia. Estamos muy contentos, también con la expectativa pedagógica, porque son muy buenos estudiantes. Pero faltan 300 chicos más”, que esperan tener de todos nosotros y sobre todo de los responsables directos que hagan “lo mejor de lo posible.”

 

“LA CONCIENCIA ES EL MEJOR JUEZ QUE TIENE UN HOMBRE DE BIEN”

                                                                                                                                             José de San Martín