La síncopa -en música- es la estrategia compositiva destinada a romper la regularidad del ritmo, por medio de la acentuación de una nota en un lugar débil o semifuerte de un compás. Algo similar, les pasa a quienes dan y reciben clases que otra vez reclaman por condiciones “dignas” para trabajar. El dictado de clases, ya no es para nada “regular”.
La situación, la vivieron al momento en el que se había vencido el alquiler de la casa sobre calle Ramayón, en donde había funcionado en el último tiempo. Ahora, nuevamente ven rota la “regularidad el ritmo” de las clases. Es que el edificio, o los edificios, no estarían aptos para el desarrollo de las actividades.
Por estas horas, se esperaba la llegada de los técnicos en Seguridad e Higinene del Consejo Provincial de Educación, quienes debían inspeccionar los lugares. Es que la Escuela de Música, funciona en tres edificaciones distintas.
Otro problema, según relató Omar Trovato -uno de los profes- es que tienen asignado “un solo auxiliar de servicio”, el que “no puede estar en tres edificios a la vez”, dijo el profesor y agregó que “la escuela funciona de las 8 a las 23”.
“Entre eso y las deficiencias de los lugares que se alquilan –que no están preparados para una escuela- hizo que tengamos que cortar con las clases”, explicó.
La clases, podrían volver si el CPE decide asignar más auxiliares de servicio “tal como se comprometieron”, explicó Trovato y agregó que la situación está en manos “de las personas que vendrán a inspeccionar el lugar”.