Los acusó de desviar el eje de la investigación y tener intencionalidad política en la causa. Lo hizo en conferencia de prensa, donde leyó un escrito con sus sospechas del accionar de los funcionarios.

16 Mar 2012
    

“Somos, al igual que la familia Aigo, los primeros que quieren y necesitan que este caso se resuelva y se atrape cuanto antes a los responsables de este lamentable asesinato”. 

Juan Marcos Fernández, principal testigo de la causa que investiga el asesinato del policía José Aigo, enfrentó por primera vez a la prensa desde que se sucediera el hecho el miércoles 7 de marzo. Leyó un escrito en donde acusó a los fiscales de entorpecer la investigación. 

Sentenció que desde el inicio de la investigación “se intentó vincularme con este hecho brutal suceso, demostrándose con el correr de los días, que además de ser testigo, he sido y sigo siendo junto a mi familia, víctima de los sucedido, sin tener en cuenta que soy el principal aportante de elementos para que se investigue.”

Al momento de mencionar a la investigación se refirió a “intenciones poco claras de quienes instrumentan la investigación, tanto desde la fiscalía como del Ministerio de Seguridad provincial… () y llegamos a la conclusión de que detrás de esto hay un interés de utilizar políticamente un asesinato sin reparar en el dolor de la familia Aigo.” 

Del abogado Lucero, asesor letrado nombrado por el ministerio de seguridad, fue acusado por JMF de desmesurado y agitador de la ciudadanía “con frases provocativas y comentarios intimidantes” que no colaboran con la justicia, refiriéndose al testigo como un asesino. Y recordando su participación como defensor de los comisarios que dieron la orden de matar al docente Carlos Fuentealba, designado por Jorge Sobisch, otrora gobernador de la provincia. 

Mencionó que su familia es víctima de amedrentamiento con guardias permanentes con autos y hombres de civil vigilando sus viviendas, “que entiendo no son objeto de la investigación”.  Se refirió también a situaciones intimidatorias a un abogado y una psiquiatra que asisten a la familia, “ambos fueron abordados por personal de civil al tiempo que le comentarios sobre mi persona…” y a la llamada amenazante que recibiera la esposa de Juan Carlos Fernández donde se le advirtió “te vamos a matar un hijo”.

Luego fue el turno de los fiscales, donde calificó de “llamativo” su accionar al negarle la declaración donde Fernández intentaba presentar las fotografías del asesino de Aigo, y agregó “el fiscal González, en tono altisonante expresaba que no recibiría la declaración por que estaba en juego su carrera; queremos llamar al fiscal para que le explique a toda la comunidad de Junín y San Martín, a la familia Aigo y a la nuestra ¿Quién lo presiona para que no tome las fotos donde yo identifico al asesino y por ende retrase el objetivo central de la investigación que es hallar cuanto antes a los prófugos? 

Continuó diciendo, avalando la hipótesis de que no tenían voluntad de esclarecer el caso y entorpecer la investigación, “que existe una estrategia colectiva – entre los fiscales y el funcionario del ministerio de seguridad – que no tiene como objetivo encontrar a los asesinos, sino buscar de qué modo extraño encuentran en mis dichos errores o contradicciones, creemos ver en esta actitud mediática una voluntad conjunta de estos investigadores por desvincularse de la responsabilidad que les cabe por no haber podido hallar a estas dos personas en medio del desierto. 

Juan Marcos Fernández estuvo acompañado por su pareja Analía Godoy, su madre y su asesor letrado Mariano Laprida.