Más de 240 empleos, internación, terapia intensiva, polivalente, consultorios externos, laboratorio, quirófano, banco de sangre. Una obra que pretende acoplarse al sistema de salud pública y ser ejemplo en la zona.

16 Ago 2011
    

Es un proyecto millonario a realizar en módulos, lleva un año y medio de retraso. El mismo dio comienzo en la intendencia de Jorge Carro, donde el Concejo Deliberante prohibió a los inversores emplazar la Clínica en un terreno de cinco hectáreas que les había sido donado.

En aquel momento una de las hectáreas cedidas se destinaría para el nosocomio privado, y las restantes serían para construir un centro de rehabilitación, un hogar de ancianos y una escuela de enfermería.

El motivo por el cual aquel Deliberante dio la negativa a seguir adelante, fue porque el terreno se encontraba en la Vega Plana.

Ya en la gestión de Luz Sapag, el grupo inversor integrado por seis conocidos médicos de San Martín de los Andes, realizó la primera erogación con la compra de un terreno en la Vega Maipú.

La millonaria inversión, requería de ser considerada de interés municipal por el Concejo Deliberante para así acceder a préstamos en el área privada y estatal.   

Consultado Gustavo Di Leo, uno de los socios, en cómo había sido tomado este pedido por este Concejo respondió: “En líneas generales fue tomado bien por la mayoría de los concejales, tuvimos algún inconveniente con una concejal puntual que no estaba bien informada y que yo personalmente me encargué varias veces de ir a verla para tratar el tema y darle todas las explicaciones”

Silvia Curi, actual concejal, recordó “la presentación que se hizo frente al Concejo fue muy clara, precisa, se repartieron a cada uno de los concejales una carpeta con el proyecto y también se dio una charla con Power Point aclarando todas las dudas”, el proyecto fue declarado de interés municipal que, según Di Leo “El ser de interés municipal abre muchas puertas, no se pidió ninguna exención impositiva, ni retrasos en los planes, con el gesto político alcanzaba.” 

“Estamos endeudados en más de 5 millones de pesos y nos falta un capital similar para adquirir el equipamiento…todos tenemos propiedades hipotecadas, no tenemos un subsidio, ni tampoco un aporte no reintegrable. Recibimos créditos del IADEP y algunas entidades privadas”, Di Leo también asegura que de otras dos financiaciones recibidas con anterioridad, una fue pagada a término y otra, con un año de anticipación.      

A pesar del apoyo brindado por el gobierno municipal y provincial, la continuidad del proyecto se vio truncada porque las normativas de construcción requeridas por la Subsecretaría de Salud Pública de la provincia del Neuquen, se contradicen con las del municipio.

Aclarando este punto Di Leo comentó “nosotros nos debemos regir según lo que indica la Subsecretaría de Salud Pública de la Provincia, por ejemplo, la normativa acá dice que cada habitación que hagas tiene que tener una ventilación exterior, para que todos los ambientes sean ventilados. En Salud hay algunos ambientes en los que está prohibido que estén ventilados, el quirófano por ejemplo, no solo no puede tener ventilación externa,  no puede tener juntas el piso, los zócalos tienen que ser redondeados, no debe haber cerámicos comunes, los pisos deben de ser conductivos, la ventilación debe de ser de presión positiva o sea que siempre sea hacia fuera…las normativas del FOS, del FOD, de altura, fueron también puntos decisivos ya que hay equipamientos que necesitan entre piso y piso una distancia de tres metros como mínimo y en San Martín se solicitan 2.4 como máximo. (lámparas cialíticas, equipos de imagen, etc) las aberturas de las puertas tienen que tener 2.30 metros y acá se pide 2.05”. 

Consultado si estaban al tanto de estas discrepancias, respondió “Desde el primer día nosotros sabíamos que habían normas entre Municipalidad y Provincia que chocaban, pedimos que se las vea, pero esto fue pasando por distintos estamentos hasta que después de un año el perjuicio económico era muy grande y pedimos que nos permitan construir según los requerimientos de Provincia”.

El jueves pasado el concejo deliberante de San Martín de los Andes votó casi por unanimidad ciertos permisos técnicos de construcción para que la obra pueda seguir adelante.

Sobre el edificio
La obra de ingeniería al estar emplazada sobre un mallín requirió la colocación de una malla geotextil en todo el terreno, la construcción es antisísmica, compuesta por dos bloques y una junta de dilatación de ocho centímetros, por el tipo de suelo se ha construido una platea de cincuenta centímetros de espesor. Esta estructura fue calculada por el decano de la Facultad de Ingeniería de la UBA.

En total son tres módulos, tres edificios unidos por los laterales a modo de peine, en uno va todo lo que es la circulación técnica y personal y por otro va la circulación pública.

El primer módulo, es el que está en construcción, comenzará a funcionar a principios del año que viene con la atención de consultorios externos en la planta baja, y a mediados del mismo ya funcionarán internación con seis camas y terapia intensiva con cuatro.

En el primer piso estarán los quirófanos y los espacios para terapia, ya está terminada la parte gruesa de la obra, al igual que en el segundo nivel y se está comenzando a trabajar en el tercero. 

El habitáculo de rayos X lleva planchas de plomo especiales en las paredes, que mantienen la radioactividad dentro.

El terreno está preparado para que no haya maquinaria dentro del predio mientras haya gente siendo atendida.

El proyecto es un plan integral pensado de acá a 30 años “para que esto no quede chico y pueda seguir creciendo”.

Sobre el diseño interior de la clínica Di Leo agregó “lo hace un arquitecto especializado en arquitectura sanitaria, teniendo en cuenta los lineamientos de la Provincia. Para que no nos pase como a otras instituciones de salud, hemos pensado el programa completo para crecer y que no haya, que para ir de un lado a otro, que pasar debajo de una escalera.”


Servicios
Ya están conectados al sistema de gas y en breve lo estará también al sistema cloacal, el escollo más difícil a vencer es el tema de la luz ya que se necesita un transformador especial para alimentar al lugar, “estamos viendo si podemos costearlo con algunos vecinos de la zona o si el EPEN nos puede ayudar a adquirirlo” declaró Di Leo a quien se le consultó también si tenían previstos los frecuentes cortes de electricidad a lo que respondió “tenemos previsto un grupo electrógeno para las áreas críticas, como quirófanos, terapia intensiva, cámara refrigerante, ascensores, etc, el mismo funciona a gas”.

En un principio se estimaba que la inversión total sería de 2 millones de dólares, y que con el dinero se contaba iba a sobrar para el segundo módulo.

Con respecto a Hospital Público ¿competencia o complemento.?

“A nosotros lo peor que nos puede pasar es que no se abra el hospital nuevo, porque también vamos a estar colapsados. Ante la necesidad nosotros también debemos atender… legalmente, debemos atender. Después veremos como se cobra… Nuestro ideal sería poder trabajar en conjunto con el nosocomio local optimizando los recursos de cada uno, entonces podríamos intercambiar los pacientes… si al hospital se le pone una sección de neonatología, en la clínica pondríamos una unidad coronaria y así poder complementarnos…” concluyó.