Una iniciativa del Ministerio de Turismo de la Nación y la Administración de Parques Nacionales busca proponer al Parque Nacional Los Alerces, en Chubut, como Patrimonio Mundial de la Humanidad.

04 May 2012
    

En el año 1937, 263.000 hectáreas ubicadas en el noroeste de la provincia de Chubut, fueron protegidas con la creación del Parque Nacional Los Alerces con el objetivo de proteger milenarios bosques de alerce y una cadena de lagos y muestras de la flora y fauna del Bosque Andino Patagónico. Actualmente, el Ministerio de Turismo de la Nación y la Administración de Parques Nacionales propondrán a la Unesco que se lo declare como Patrimonio Mundial de la Humanidad. 

Esta propuesta se basa, fundamentalmente, en la conservación, puesta en valor y difusión del alerce, la conífera de mayor porte y longevidad del Bosque Andino Patagónico. El alerce puede alcanzar hasta 5 metros de diámetro, 50 de altura y superar los 3.600 años de vida, cifra que la convierte en la segunda especie viviente más longeva del planeta luego del pino longevo, (Pinus longaeva) de Estados Unidos. 

Las poblaciones del alerce, originarias del sur de Argentina y Chile, tienen la categoría de bosques milenarios del mundo; en el caso de un ejemplar específico que habita en este parque nacional, se considera que data del año 1.000 antes de Cristo. 

Pero, además de su valor botánico y biológico, el alerce posee gran importancia cultural. Es un símbolo de la identidad de la zona, representado en cuentos, relatos, leyendas y mitos que son utilizados para transmitir valores no sólo relacionados con la naturaleza, sino también sobre aspectos históricos, morales y sociales. No hay en el territorio argentino ningún patrimonio natural o cultural de tanta antigüedad. 

De recurso maderable a recurso turístico

El Parque Nacional Los Alerces es considerado por muchos especialistas como una de las áreas naturales protegidas mejor planificadas en su distribución espacial y el diseño de su área de uso público y zonas intangibles. La cercanía a la ciudad de Esquel (38 km) permite tomar la ruta nacional 259 y empalmar con la ruta provincial 71, que cruza la reserva de norte a sur. Ahora, además, se ha sumado el recorrido planteado por Huella Andina, una propuesta de recorrido dentro del parque pensado para la familia y con senderos con distintos niveles de dificultad.

Más de seis senderos interpretativos, excursiones lacustres, actividades de pesca, acampe, escalada, trekking y observación de aves son algunas de las propuestas que ofrece el parque. Pasar unos días en este parque nacional es una forma de acercarse a un ambiente que, además de ser una gran belleza paisajística, alberga bosques puros de alerces milenarios. 

Más información: 

www.huellaandina.tur.ar

www.parquesnacionales.gov.ar

Nota basada en: “El más viejo de todos” de Carlos Fernández Balboa

http://www.vidasilvestre.org.ar