El titular de la Cámara de Turismo de Neuquén, Marcelo Veiga, destacó la afluencia local de visitantes y el efecto que generan los fines de semana largos. Dijo que el sector aún no se repone del "efecto volcán" y que existe una pérdida de rentabilidad. Señaló que la restricción a la adquisición de dólares y el recargo a las compras al exterior fomentarán la circulación interna.

25 Sep 2012
    

“Tenemos un problema de rentabilidad”, aseguró Marcelo Veiga, titular de la Cámara de Turismo de Neuquén. Afirmó que aún se siente el efecto volcán y que por eso en los destinos locales no se pudieron aumentar los precios al ritmo de la suba de costos.

En diálogo con E&E, dijo que las restricciones a la adquisición de dólares y el recargo a las compras en el exterior seguramente incentivarán el turismo interno, pero advirtió que la mitad de los turistas que se mueven en la Patagonia provienen de la misma Patagonia, y que es necesario apuntar a los mercados más cercanos.

¿Cómo está el sector del Turismo en Argentina y en la región en particular?
En Argentina se está esperando que la temporada venidera sea aceptable. Hoy por hoy en la región estamos pasando una semana muy buena, porque fue la independencia chilena y siempre tenemos buena afluencia desde ese país. Este año da la sensación de que hubo más visitas. Podría llegar a ser por estos movimientos del tipo de cambio que quizás los favorezcan un poco más, y esto se notó.

¿Ya están repuestos los destinos locales después de lo que fue la erupción del Cordón Caulle?
No, sobre todo desde el punto de vista económico. Hemos perdido dos temporadas completas pero mantuvimos personal. Ahora vamos a tener una reunión con Ricardo Echegaray de la AFIP porque salió una moratoria que no nos sirve demasiado ya que no contempla cargas sociales o IVA. El sector está endeudado.

¿Tampoco hay capacidad para invertir?
Tampoco. Recién tuvimos esta primera temporada en la que trabajamos de forma aceptable. Pero venimos con tarifas atrasadas debido a todo lo que pasó. Tampoco podemos subir las tarifas drásticamente. Los incrementos salariales rondaron el 30 o 35%, en algunos casos escalonados. El Repro –la asistencia que da el Ministerio de Trabajo de Nación– se cayó en mayo. Así que son muchas cosas las que se suman.

¿No se pudo salvar nada de eso con la temporada invernal?
Los días que pasaron fueron buenos pero tuvimos que manejar las tarifas con pies de plomo porque venimos retrasados. Se trabajó, pero no fue tampoco una panacea. Tenemos un problema de falta de rentabilidad.
Algunos referentes del sector se quejan de un retraso cambiario que complica el turismo receptivo.
No me gusta mezclar las cosas. La falta de rentabilidad no siempre se debe al retraso cambiario, sino básicamente a los costos internos. Nosotros tenemos costos internos que fueron subiendo. Hoy, por ejemplo, estamos negociando el precio del servicio de cable. Y sí, tiene que subir el cable, como subieron las naranjas, el café y la alícuota del inmobiliario. Todo eso conforma un precio, independientemente del tipo de cambio. La realidad es que con el tipo de cambio se puede competir en el mercado internacional.

Hasta ahora se ha podido salvar vía aumento de precios. ¿Se llegó a un cuello de botella donde no se puede aumentar más los precios sin perder competitividad?
Sí, totalmente. Se pierden clientes, sobre todo de otros países. Ahí sí juega el tipo de cambio: alcanza con comparar destinos. Pero no siempre el precio es el tema. Puede ser más barato ir a la playa que ir a esquiar, pero si uno quiere esquiar va a ir a un destino de nieve. Esto también es clave: lo que se ofrece. Pero en los frentes internos de las empresas hubo una marcada caída de rentabilidad porque no podemos subir más los precios.

¿Esta situación genera una merma en el turismo internacional?
Sí hubo caídas. En 2010, por ejemplo, entraron unos 50 mil brasileños que se perdieron en 2011 con el tema del volcán y hoy hay que remar para ganar la confianza del mercado. Pero eso se irá recuperando, es una cuestión ajena a lo empresarial.

Más allá del turismo de países limítrofes, ¿qué pasa con los que turistas que vienen de Estados Unidos o Europa?
Hay una retracción en general porque las economías se enfriaron. En Buenos Aires nomás se percibe esa caída de turismo. Después hay condicionantes que tienen que ver con el tipo de cambio y la inseguridad por ejemplo. Cuando se elige un destino para viajar por placer tiene que haber una serie de condiciones dadas como por ejemplo estar seguro. Los episodios que ocurrieron en Salta o en la plaza San Martín en Buenos Aires donde se asesinó a extranjeros tuvieron su efecto.

¿Qué consecuencias cree que van a generar las políticas de restricción al dólar y la recarga a la compra con tarjetas? ¿Va a haber más turismo interno?
Soy hotelero, represento al sector receptivo. Yo puedo dar mi opinión pero no estoy en un mostrador vendiendo pasajes al exterior. Como consideración, indudablemente va a impactar en el mercado interno, pese a que –curiosamente– es mayor la cantidad de gente que deja el país. Va a impactar por varias razones. Primero por tipo de cambio, porque el que decide comprar el dólar a más de 6 pesos, a la hora de sacar cuentas, seguro lo pensará dos veces. Después, creo que a nadie le gusta dejar que fiscalicen su economía, para decirlo de alguna manera. No deja de ser un aditamento más a la hora de tomar una decisión. Igual, hay que comentar algo: en la Patagonia (desde Santa Rosa a Ushuaia), el 50% es turismo interno. La mitad del turismo que se ve es interno de la misma Patagonia. Esto es una estadística del año 2011.
Más allá de tener la mirada en el que viene de afuera, los potenciales clientes están cerca...
Totalmente. Los fines de semana largo yo me fijo las reservas o las consultas y analizo el origen. Básicamente son del Valle, Neuquén, Comodoro, Rada Tilly, Esquel, Puerto Madryn o Trelew. Están viniendo a la Cordillera porque tienen entre 4 y 8 horas de viaje.

¿Hubo una revitalización del turismo de fin de semana largo a partir de los feriados?
Sí, no sólo a nivel local. A nivel nacional hay ciudades que son potenciales generadoras de turismo interno como Córdoba, Santa Fe, Rosario, Buenos Aires y el Conurbano. Entonces las cumbres, las termas, las zonas del río Paraná, la costa, se llenan los fines de semana largos. Además, el concepto de turismo viene avanzando mucho en lo que son productos turísticos. Ya no es más el contemplativo, hoy hay turismo de convenciones, por ejemplo, que también mueve mucha gente. En Salta llegan a hacer convenciones de 7 mil personas. La agenda deportiva también: carreras automovilísticas, torneos de fútbol y deporte amateur, desde golf, básquet, carreras de esquí, todo eso es turismo y se mueve. Los centros fueron con los años generando un calendario de eventos para atraer ese turismo.

¿Desde el gobierno nacional se acompañó al sector en estos años?
Puedo dar fe que el gobierno nacional, en el Ministerio de Turismo específicamente, se ha movido muchísimo y ha trabajado muchísimo. Ha llegado a cada rincón del país. Tenemos un ministro del área que está con el teléfono abierto. Doy fe porque en estos diez años más de una vez lo he tenido que molestar, inclusive un domingo, y siempre he tenido respuestas.

¿Hubo acompañamiento con inversiones para el sector?
Cuando uno habla de inversiones en el sector turístico, lo más importante es infraestructura. Ahí ya podríamos entrar en un gris, en cuanto a qué tipo de infraestructura o dónde. La inversión en promoción, se hace; la inversión en planes turísticos se hizo siempre. En infraestructura habría que analizar por región. Se hicieron cosas, uno ve aeropuertos remozados, que se han concesionado. O se han incentivado con créditos el desarrollo de algunos lugares con hosterías.
Una obra emblemática es la ruta de Siete Lagos, que jamás se terminó.
Viene desde el año '67. Viene lento, pero dicen que se estará inaugurando totalmente asfaltada en 2013. Con esa ruta terminada y el paso Mahui Malal terminado vamos a tener una conexión interesante con Chile.

¿Cómo ve los nuevos vuelos que Aerolíneas está incorporando a la Provincia?
Yo lo que veo con Aerolíneas, sin meterme en temas de costos internos, es que hay un esfuerzo. Han implantado vuelos federales o la ruta petrolera. Hay una transversalidad que no existía. También incorporaron frecuencias que no existían. Para la región, nosotros lo que pretendemos, lo que toda la comunidad de San Martín e incluso la de Junín de los Andes pretende, es que se concesione el Aeropuerto de Chapelco, que se lo den a Aeropuertos Argentinas 2000. En junio de 2011 la empresa presentó una propuesta a la provincia de Neuquén en la cual prometen poner tecnología adecuada para que esté operable siempre. Hoy tenemos tres vuelos semanales. Con Aerolíneas tenemos hablado hacer paquetes que entren por Neuquén y puedan ser sacados por Chapelco, pero no tenemos los vuelos porque no está el aeropuerto. Queremos que lo maneje quien tiene la capacidad de hacerlo.

Fuente: La Mañana Neuquén