En el año 2002, la Justicia Neuquina le determinó a Marcos Antonio “Caco” Figueroa, una pena de 15 años de prisión por el asesinato de un policía en el barrio Don Bosco de Neuquén Capital. Tenía varios antecedentes por robo de vehículos y hurtos en la Capital. Ahora, está detenido junto a Matías Ancatel en San Martín de los Andes, por el robo del pasado martes 13 de octubre.

16 Oct 2015
    

Marcos “Caco” Figueroa, quien el martes fue detenido junto a Matías Ancatel y a un menor de edad por llevar elementos robados en el vehículo en el que se trasladaban, ya fue condenado en el año 2002 por el asesinato del suboficial Sepulveda de la policía provincial, ocurrido en el año 2000 en Neuquén Capital.  

Figueroa, que nació en Neuquén, tenía en ese momento 24 años y se dedicaba a la albañilería. Registraba ya en el año 2002 condenas por hurto de vehículo y tentativa de robo. Fue condenado a 15 años de prisión por homicidio calificado y robo con armas. Fue, en aquella oportunidad la misma pena que había pedido el fiscal.

Los dos condenados –el 17 de mayo del año 2002- fueron David Aravena, de 20 años, y Marcos Figueroa, de 24 (hoy de 36). El fallo los sentenció a pasar 15 años en la cárcel, como cómplices del crimen del policía.

“Aravena fue el que confesó, en pleno juicio, que había matado al suboficial la madrugada del 16 de agosto de 2000. Dijo que lo había hecho "porque sí, sin motivo", y hasta pidió disculpas a los familiares.

En cambio "Caco" Figueroa mantuvo el gesto sombrío y sus ojos enrojecieron. Lo que menos esperaba era un resultado adverso. "No soy un santo, hice mis cosas, pero nunca maté a nadie", había dicho durante el juicio. El joven tiene numerosas condenas en su contra por robos y hurtos y para muchos, fue el autor material del crimen. Aravena, por algún motivo que se sospecha pero sobre el cual no hay certeza, intentó protegerlo hasta el final asumiendo toda la responsabilidad. No tuvo éxito.

La sentencia de la Cámara Segunda impone una tercera y definitiva versión sobre el asesinato de Sepúlveda, ocurrido en el destacamento del barrio Don Bosco.

En la investigación primaria se había establecido que Aravena, Figueroa y otros cinco sujetos se habían reunido en la casa del "Caco" para planificar el asesinato del policía. La intención era robarle el arma reglamentaria.

El grupo se presentó en el destacamento, donde el sargento primero Sepúlveda (46 años) estaba solo. Lo mataron a sangre fría con un revólver calibre 32 y huyeron. Aravena se quedó con la pistola del suboficial y Figueroa se llevó el arma homicida. Un testigo lo escuchó decir: "lo puse", en alusión a haber disparado contra el suboficial, y el mismo Aravena cuando fue detenido declaró: "yo no lo maté, fue Figueroa"”. (Fragmento de la nota publicada por el diario Río Negro el sábado 18 de mayo del 2002).


Link para ver nota completa de archivo: 

http://www1.rionegro.com.ar/arch200205/l18g01.html