Un día especial.

Lo cotidiano hace que se nos puedan escarpar muchas cosas, pero hoy, por suerte tenemos ese espacio para dedicarle unos minutos más de lo habitual “al viejo”, a ese que te saluda cada mañana con un beso cuando se va a trabajar o ese que lo llamás una vez por semana para ver como está, o quizás el te llama todos los días para saber si llegaste bien del trabajo o ese que viene a visitarte o tal vez que vos vas a visitar, a ese papá que llevamos en un lugar especial del corazón, que está a nuestro lado todos los días por más que, tal vez, no podamos volver a abrazarlo.

Ese viejo que se recibió de papá cuando te escuchó llorar por primera vez, ese mismo que te dio un tirón de orejas o te levantó la voz para mostrarte que “eso no estaba bien”, el mismo que te llevó a la cancha o te iba a buscar al club, a baile, a lo de un amigo,  a alguna fiesta y porque no tal vez a alguna comisaria.

Ese viejo que imaginaba cómo sería portar ese título y hasta la misma emoción al verte, le hizo olvidar los miedos y se animó a levantarte a pesar de tu fragilidad.

Para los papa jóvenes, los adultos, los papás de muchos y los papás nuevos; también para los papás del corazón.

Para José, Tito, Chiche, Héctor, Cholo, Leonardo, Pablo, Ernesto, Damián, Alberto, Adrian, Estanislao, Fernando, Ricardo, Cacho, Roberto, Flaco, Raúl, Sergio, Iván, Chucho, Negro, Luis, Leandro, Dalmiro, Nelson, Carlos, Tano, Matías, Claudio, Quique, Pepe, Mario, Néstor, Diego, Heraldo, Gordo, Emanuel, Walter, Toti, Ariel, Beto, Maximiliano,  Hugo, Norberto, Francisco, Emiliano, Saúl, Leonel, Pato, Juan, Mauricio, Daniel, Javier, Lucas, David, Nicolás, Gastón, Fabián, Rama, Eduardo, Cristian, Federico, Camilo, Alfredo, Remy, Toto, Rodrigo, Marcelo, Tuca, Germán, Cesar, Ulises, Vicente, Gustavo, Ricardo, Pelado, Martín, Alejandro, Sebastián, Dante, Juan Carlos, Manuel, Bautista, Mauro, Rodolfo, Anibal, Ramiro…

Para todos. Feliz día del padre.