Se trata del vecino Jorge Cisterna, que fue agredido el viernes por la Policía de Migraciones de Chile, en el paso fronterizo Mamuil Malal. Ayer, tuvo que concurrir a los tribunales de Villarica en donde está llamativamente imputado. Quiso ir a pasar unos días a Chile con su familia, pero está viviendo una pesadilla.

31 Mar 2016
    

Jorge Cisterna, llegó el viernes por la tarde al paso internacional Mamuil Malal, en el límite con Chile, junto a su familia compuesta por su mujer y sus tres hijos argentinos. Pero en la aduana chilena, se encontró con un inconveniente: “Comenzaron a preguntarme por qué mis hijos no tienen documento chileno”, contó el hombre en declaraciones a Radio Fun, siendo que “mis hijos son los tres argentinos y por ende, tienen su DNI argentino”, explicó.

La situación, según el propio relato del hombre –que vive desde hace varios años en San Martín de los Andes- generó varios hechos de violencia por parte de los uniformados de la Policía de Migraciones y de los funcionarios públicos de la aduana chilena en el paso.

“Comenzaron a pegarme, me tomaron de los brazos, delante de mis hijos”, explicó Cisterna –hay un video grabado con un celular que da cuenta de la situación- e incluso quisieron agredir al hijo mayor, pidiéndole el teléfono celular.

“Me llevaron a otra oficina de archivos”, explicó Cisterna y agregó que “me amenazaron con meterme en un calabozo”, agregó. Luego, contó que no existe ningún calabozo en ese lugar.

En la situación, se puede observar como sus hijas –de 6 y 10 años- intentan protegerlo de la policía y su mujer, que también fue agredida por un funcionario de la aduana chilena, trata de calmar a las niñas.

Ayer, Cisterna, debió presentarse ante los tribunales de Villarrica, por una causa que se le inició en su contra, basada en el “desarraigo” de sus hijos; hecho que hasta el momento no le permite volver a la Argentina. “Yo tengo una empresa de servicios en San Martín de los Andes”, explicó el hombre, “necesito volver a trabajar”, agregó.

Pero además, adelantó que está preparando una denuncia contra los funcionarios públicos que llevaron adelante esta acción y contra la policía de Migraciones del país vecino.

“Estos no son funcionarios”, dijo, “estos son represores”, explicó el hombre de origen Chileno pero que hace varios años vive junto a su familia en Argentina.