Tomando como referencia a la cultura Mahorí, propone para la localidad un tipo de turismo basado en la cultura mapuche.

13 May 2016
    

Sebastián D´Amorim presentó en la embajada un petitorio para solicitar un encuentro con el agregado cultural Neozelandés “creo que es de los países que conozco, que tienen comunidades originarias importantes, el país con más inclusión, donde más participación tiene. Uno entra a la embajada de Nueva Zelanda y se encuentra con el escudo, donde está la reina de Inglaterra y el rey de los Mahoríes, estatuas que representan la productividad... ” ,explicó, destacando la importancia que se le asigna a diga cultura.
En otro tramo de la charla, D'Amorim recordó que “tuve la oportunidad de estar unos años atrás en ese país y llegás a distintos aeropuertos y te reciben los Mahories con los cantos típicos y con ofrendas típicas de ellos. La vida de los pueblos originarios está turísticamente inserta en la actividad económica”, continuó detallando y anticipando los vínculos que han forjado su idea.
La intención del concejal es adaptar el concepto al plano local, a través de las comunidades y convertirlo en una propuesta para ofrecer al turismo que llega a nuestra región. “Me encantaría ver una comunidad originaria abierta al turismo, a la ciudadanía, donde puedan compartir su cultura tanto en vestimentas, simbología, alimentos, tema de platería, cánticos y rituales. Profesionalizándolo considero que puede ser un muy buen producto turístico"
Según comentó el edil, debido a su participación en la mesa intercultural “ya empezamos a charlarlo con la comunidad. No es fácil revertir la idea que ellos tienen acerca de la hermeticidad de sus costumbres, pero me gustaría hacerles entender, que hay comunidades originarias que se han profesionalizado y que viven muy bien a partir del turismo”.
Respecto a la idea, detalló “no somos tan distintos como parecemos, el 90% de las herramientas que hoy usan las comunidades originarias son las mismas que usamos el pueblo no Mapuche, las comunidades originarias usan inodoro, que no fue inventado ni por nosotros ni por ellos, fue inventado por los europeos, andan en un auto igual que nosotros, que no fue inventado ni por nosotros ni por los mapuches… visten ropas estilo europeo… hay más cosas en común, que las que nos separan.  Tenemos el 90% de las cosas en común, aprovechemos ese 10% que tienen de diferente que puede ser su música, puede ser su vestimenta, sus cosas de costumbre. Aprovechémoslas para venderlas. Ese es un poco el pensamiento que hay que incorporarles. Entonces cuando un turista quiera ir a un alojamiento de una comunidad Mapuche, que el alojamiento no sea un octógono como hacen ellos, de paja con piso de tierra, que sería su costumbre originaria, que el alojamiento esté barbaro, que tenga somier, tenga plumón, que tenga TV si quiere, que tenga alfombra, calefacción con piso radiante. Las cosas comunes hacerlas bien, enseñarle a la comunidad que las haga bien al estilo y al gusto de su mercado que va a ser un mercado europeo, un mercado americano, pero es un mercado de una gente de poder adquisitivo de buen gusto, que apunten ahí, y después brindarle todo ese tipo de espectáculos y costumbres típicas que ellos tienen, que son este 10% de diferencia”.
“Muchos me dijeron que es muy idílica, prefiero apostar y morir con mi idea”. concluyó la entrevista.