En la sesión de la semana pasada del Deliberante, el Concejal Evaristo González expresó su preocupación por la cantidad de bacterias fecales en las aguas de la localidad. En diálogo con San Martín A Diario, representantes de la Cooperativa de Agua Potable y del Organismo de Control Municipal confirmaron el problema de vertido del Regimiento y aseguraron estar trabajando en ello en las próximas semanas.

14 Jun 2016
    

“Estamos tirando mucha materia fecal al lago”, denunció Evaristo González en la sesión de la semana pasada del Concejo Deliberante: “Se denegó un pedido del Club Belgrano para hacer kayak en el arroyo Pocahullo, porque se les ocurrió analizar la calidad de las aguas. Ese análisis dice que por decímetro cúbico de agua hay 17.000 bacterias fecales, cuando el parámetro normal de aguas para bañarnos es de máximo 200. Estamos tirando excrementos a través del transcurso de todo el río, en cada uno de los afluentes. Esto está pasando hoy y no se está haciendo nada. Está dañando nuestro ecosistema”. 

Julieta Muñiz Saavedra, a cargo del Organismo de Control Municipal (OCM), respondió a los dichos del Concejal González y confirmó: “Controlamos la cantidad de bacterias desde que asumimos: sabemos que es mayor la cantidad en el Arroyo que en el lagos”. De todas formas, sobre el número puntual de 17.000 bacterias por decímetro cúbico, se manifestó en desacuerdo, comentando además cómo se realizan las mediciones para ser totalmente fehacientes: “En el arroyo Pocahullo tenemos 8 sitios de muestreo y en cada uno los números dan un poco distinto. El dato puntual que da el Concejal González es de una fecha específica, en un solo lugar, cuando lo que en realidad se calcula es un número estadístico basándonos en todos los lugares de muestreo”.

La encargada del OCM además aseguró que “en esta gestión vamos a ponerle cloaca al Regimiento”, y agregó: “Hoy hay una Secretaría analizando el saneamiento. El arroyo es urbano, queremos sanearlo lo máximo posible, aunque sabemos que es un trabajo difícil porque, por ejemplo, los pluviales van al arroyo. La caca del perro en la vereda, se limpia y también va al arroyo. Evaristo González fue Concejal cuatro años y jamás fue al vertedero y cuando fue se tuvo que callar la boca, ¿Ahora con el Pocahullo viene a descubrir que el Regimiento no tiene cloacas?”.

Con respecto a la negación al equipo de Kayak para realizar sus actividades en el arroyo, Muñiz Saavedra comentó: “Hace once años que les digo a los chicos que no pueden hacer actividad de contacto secundario allí, porque lo que se controla es en el balneario. Me encanta que los jóvenes hagan deporte, pero también tenemos que cuidarlos. Hace una década que se tienen estos números en el Municipio y nadie jamás hizo nada, cada verano se hace el análisis, pero nadie se animó a decir la verdad. Tenemos que focalizar en ir para adelante y no detenernos en las chicaneadas”.

Por su parte Gustavo Iñiguez, Gerente Técnico de la Cooperativa de Agua Potable de San Martín de los Andes, al ser consultado por la acusación del Concejal,  afirmó que las plantas tienen un funcionamiento normal, “aunque no tenemos jurisdicción sobre el curso de agua, no controlamos los arroyos”. Expresó también tener identificada una fuente que tiene un problema de vertido: “El Regimiento está tirando aguas hervidas al Arroyo porque el sector tiene un sistema no resuelto, pero debería solucionarse en el corto plazo, en una semana aproximadamente, con lo que una fuente probable de contaminación se eliminaría”.

Iñiquez también mencionó que se está viviendo “un horizonte todavía tranquilo” con respecto a la capacidad de la planta de tratamiento de efluentes cloacales: “Hoy la planta está holgada, en condiciones normales, aún con turismo. Siempre la lluvia es un tema crítico, porque hay mucho pluvial conectado a la cloaca y toda esa situación nos duplica el caudal, pero eso se ha minimizado y hasta ahora no estamos funcionando con problemática en ninguna de las dos plantas”.

Acusaciones cruzadas y soluciones en camino parecen estar a la orden del día en lo que respecta a las aguas de San Martín de los Andes. Mientras tanto, las promesas se ordenan y la expectativa crece entre los vecinos, fusionando cada día más a la confianza con la incertidumbre.