Frente al paro nacional convocado por la CGT que afecta al único colectivo de línea de la ciudad, los vecinos de San Martin de los Andes se organizaron, poniendo a disposición sus vehículos particulares durante toda la jornada de hoy, para que quienes quieran o deban ir a trabajar, puedan hacerlo, pese a la medida de fuerza.

06 Abr 2017
    

Después de que el único colectivo interurbano de la ciudad confirmara su adhesión al paro nacional convocado por la CGT, los vecinos de San Martín de los Andes se organizaron, logrando una red de “sube y baja” de vehículos particulares para ir a trabajar, bajo el lema “Yo bajo, me bajás? #YoNoParo”.

La iniciativa se gestó en la publicación de Facebook de una vecina, dentro de un grupo de compraventa, que anunciaba:Mañana hay paro de bondis. Yo te llevo a laburar! El 06/04 - pongo mi auto a disposición para aquellos que necesiten bajar al centro desde la Vega. Horario de entrada y salida al cole mañana y tarde. Si estás en la garita: hacé dedo! Varios vecinos seguro que también se copan”.

Estas líneas, que fueron compartidas más de 100 veces y acumulan ya casi de 600 Me Gusta y un sinfín de comentarios, despertaron en otros Sanmartinenses la misma acción: Ofrecerse como medio de transporte de aquellos que dependen del colectivo para llegar de un punto a otro de la ciudad, para que, de esta manera, los que no adhieren al paro (por elección o por falta de opción), puedan llegar a donde necesiten, pese a la medida de fuerza.

Fueron tantos los que se sumaron voluntariándose para dar una mano, que otra persona generó un nuevo grupo en la misma red social, ahora sí bajo el nombre oficial: “Yo bajo, me bajás? #YoNoParo”

“Qué orgullo ser parte de esto”, publicó una vecina, sintetizando el sentir de muchos: “De una nueva forma de tomar las cosas, sin pelea ni agresión. Orgullo de ver cómo los vecinos de San Martín de los Andes publican a dónde van y a qué hora, para alcanzar los vecinos que quieren trabajar y no cuentan con el servicio de transporte público”.

Durante el día de hoy, entonces, quienes necesiten viajar, deberán aguardar en las garitas de colectivos y hacer dedo, mientras que los conductores, por su parte, estarán más atentos que de costumbre para detenerse, en una suerte de red de vecinos unidos, conocidos y desconocidos entre sí, sin importar colores políticos, volviendo a creer en la confianza.