El viernes 5 de mayo, el Subsecretario de Gobierno, Jorge Raúl “Cuco” Cuevas, fue fotografiado transportando, en su camioneta particular, a un lote de su utilización, ripio de la obra de la Ruta 62.
El funcionario habría solicitado a un maquinista de la pala cargadora que trabajaba en el lugar, que le cargara en la caja de su vehículo parte del ripio utilizado para la obra. Luego de esta acción, Cuevas fue seguido hasta el lugar donde depositó el material: un lote que considera suyo en la Laguna Rosales, de 75 hectáreas, pese a que el Gobierno Provincial le revirtió la posibilidad de compra.
La evidencia fotográfica fue enviada a la Intendente Municipal, acompañada de una nota, firmada por el ex Subsecretario de Producción, Andrés Freisztav, solicitando que Rebolledo “tome cartas en el asunto”, que “pida que se investigue” y que “separe a cualquier funcionario que tome su función como evidentemente lo ha hecho Cuevas, como un espacio de privilegio personal”.
La carta enviada, expresa lo siguiente:
“Señora Intendente Municipal:
Con estupor e indignación le quiero hacer llegar estas dos fotografías y el relato de lo que viví el viernes 5 de mayo cuando volvía a mi casa hacia el Barrio Kaleuche por la Ruta 62.
Serían las 15.30 del viernes cuando a la altura de la tercera curva de asfalto, donde la empresa que trabaja acumula material para la obra que según trascendió se encuentra con problemas de financiamiento para su correcta ejecución, vi al Señor Cuevas, Subsecretario de Gobierno Municipal, conversando con el maquinista de la pala cargadora que se encontraba trabajando en el lugar. La máquina, inmediatamente le llenó la caja de su camioneta con ripio, me llamó la atención porque era un vehículo privado y no municipal (además de ser llamativo que el Señor Cuevas pusiera a disposición del municipio un vehículo privado).
Así que decidí esperarlo a la entrada de “su lote” en Laguna Rosales (donde a pesar de que la provincia revirtió la posibilidad de compra de las 75 hectáreas, él seguiría disfrutando de los privilegios de su uso siendo que, según tengo entendido, son de propiedad provincial).
Sorpresa (aunque la verdad que a esta altura ya no tanto): El Señor Cuevas llegó hasta la tranquera con su camioneta cargada, abrió la misma, saludó a uno o dos vecinos que justo se cruzaban por ahí y se dirigió rumbo a “su propiedad” con el ripio cargado en la ruta.
Por suerte lo que no pude hacer, unos amigos sí pudieron: alcanzaron a ver lo mismo que yo y sacarle dos fotos, una a la camioneta ya cargada y otra cuando iniciaba la subida.
No hace falta que le pregunte si usted lo haría porque la conozco y sé cuál será su respuesta. Por eso le pido Señora Intendente, que tome cartas en el asunto, que pida que se investigue y que sencillamente separe a cualquier funcionario suyo que tome su función como evidentemente lo ha hecho Cuevas, como un espacio de privilegio personal. Personas así desprestigian no solo a su partido sino a todos los que creeos en la política como un servicio público y no un espacio para recibir favores.
Los vecinos de San Martín tenemos esta sensación desde hace rato con “Cuco”. Basta solo pasear a laguna Rosales, ver “su lugar”, la casa de campo, la calle de ingreso totalmente enripiada, el muellecito en la laguna, los cientos de metros de cableado para alimentación trifásica que a nuestro barrio le falta (le recuerdo que las más de 60 familias que viven en la parte baja del Barrio Kaleuche tienen un tendido precario y las aproximadamente 8 que vivimos arriba sencillamente NO tenemos ni uno precario, nos proveeos con nuestros paneles solares y grupos electrógenos). Y ni hablar del ripio en la mayoría de las calles del barrio que tampoco tenemos.
Por eso, señora Intendente ya que ninguno de los vecinos del Barrio Kaleuche haría lo que el Señor Cuevas hace, mientras seguimos esperando el ripio en nuestras calles públicas, le solicito que tome cartas en el asunto”.