Luján Guzmán, del Centro de atención a la víctima del delito que tiene sede en Junín de los Andes, brindó detalles de su funcionamiento.

25 Sep 2011
    

La sociologa representante de esta oficina, en diálogo con sanmartinadiario.com detalló “El centro tiene a cargo Junín y San Martín y además trabajan 2 personas desde Villa La Angostura. Recibe cotidianamente cédulas judiciales desde el Juzgado de Junín, pero las personas que se acercan al Centro, no necesariamente tienen que hacer la denuncia”.

Haciendo referencia a la conmemoración del último viernes del Día internacional contra la explotación sexual y la trata de personas, Luján comentó “Estamos hace poco tiempo, desde diciembre del año pasado, hasta ahora no hemos recibido denuncias por casos de trata de personas o explotación sexual. Si sabemos di situaciones en las que se ha prestado la Justicia a hacer un allanamiento, por ejemplo acá (San Martín) en dos lugares que funcionan de forma nocturna y no se registró explotación sexual”.

Consultada acerca de víctimas de qué delito se acercan al centro, Guzmán respondió “desde robos o hurtos que las personas se sienten mal, comerciantes que le han robado… hay personas que les afecta mucho, desde algo que nos parece por ahí más simple hasta algo más complejo como los abusos sexuales infantiles que tenemos alrededor de 4 o 5 por semana. Son los derivados del juzgado generalmente”.

Cuentan con asistencia legal para encaminar a quienes se acercan con la denuncia realizada pero desconocen cómo continúa la causa. Asimismo quienes no hicieron la denuncia correspondiente, desde el Centro se trabaja con la persona para que conozca la importancia de realizar la denuncia formal. En algunas situaciones que revisten gravedad, las mismas integrantes del Centro se ven obligadas a radicar la denuncia donde corresponde.

Desde el Centro de Atención a la víctima del delito se siguen cada uno de los casos y a su vez se realizan, lo que ellos denominan, tratamientos. “Vos venís al Centro por una situación puntual y nosotros vemos que una entrevista no va a ser suficiente, vas a tener que venir, dos, tres o varias veces”.

Con respecto al abuso de menores, la cantidad de hechos entre San Martín y Junín es la misma. “Hay indicadores que uno siempre trata de ver para disminuir el riesgo, hay muchos chicos que están muy solos, que los padres los dejan muy solos, al cuidado de algún adulto. Hay muchas situaciones, de abandono de parte de los padres y situaciones en las que el padre no es el padre, si no la pareja de la madre y entonces hay una situación por ese lado. Generalmente es dentro de la familia. Tenemos casos en los que es un vecino o un amigo pero son los menos. Lo más cruel es que está siempre dentro de la familia. Lo que hay que desmembrar todo el sistema porque por ahí la madre o la hermana son como cómplices de esta situación entonces hay que trabajar con todos ellos también. En general cuando los chicos son muy chicos, 4 o 5 años, por ahí cuentan cosas en su lenguaje y uno sabe lo que están diciendo, uno cree que lo debe haber inventado o escuchado de algún amiguito y en realidad es todo lo contrario, un chico de 4 o 5 años no puede tener nunca la imaginación suficiente para contarte una situación de abuso sexual. No se lo pueden imaginar, como es algo que nunca vivieron no está dentro de sus posibilidades. Si te cuentan una situación así es mucho más grave que si te la cuenta un chico de 15 años que si puede llegar a imaginar algo así”.

Consultada en cómo se interiorizan de un caso de abuso y cómo accionan, la socióloga respondió “Nos llega una cédula con el nombre de quién hizo la denuncia, a veces es la madre o el padre o una tía. Nosotros nos contactamos con esa persona, le contamos qué trabajo hacemos, quiénes somos, que la atención es gratuita y que la vamos a asesorar en todo lo que es el proceso judicial. La gente tiene mucho miedo de exponer a los chicos, en realidad es mucho menos traumático de lo que uno se imagina, el chico entran en una sala con una psicóloga que está totalmente preparada para hacerle preguntas al chico, y demás de hacerle preguntas, que no es un interrogatorio si no como un juego, lo que se hace es tratar de que el chico juegue con la psicóloga, que se sienta suelto, capaz de decir cualquier cosa, lo que la psicóloga le vaya proponiendo, hacer dibujos, para los chicos es un rato donde no lo sienten como una exposición, no es para nada traumático, lo es para los padres que tienen que llevar al chico, exponerlo, además muchos padres tienen miedo de que el chico en este momento no cuente nada.

Respecto de a cómo toma la propuesta de ser atendida la gente damnifica da Guzmán respondió “Muchísima gente rechaza la propuesta de asistencia que brinda el Centro. Hay descreimiento. Nosotros los llamamos y la gente siente como una invasión, quién sos vos que me llamás a mi teléfono particular para ofrecerme esto gratuito, es como demasiado”. Asimismo confirmó que la gente prácticamente no se acerca a la oficina a pedir asistencia de forma espontanea.

Asimismo pueden acercarse amigos o vecinos que tengan conocimiento de situaciones delictivas, colaborando así con sus allegados y en los casos de abuso sexual infantil, basta con la presunción del hecho para informarlo en la oficina, no hace falta la presentación de pruebas, será la Justicia la encargada de realizar la investigación correspondiente.

En Centro de Atención a las Víctimas del Delito funciona en Junín de los Andes, en la calle Antartida Argentina 284 (frente al hospital nuevo) Su teléfono es 02972 491 050 y funciona de lunes a viernes de 8 a 15 Hs.

 “A las personas se las recibe de forma inmediata, no se le da un turno para otro momento”.

En la oficina trabajan una abogada, una asistente social, una psicóloga y una socióloga. Las cuatro se encuentran en forma permanente en el Centro.