El Defensor del Pueblo se refirió a la recomendación que extendió al Ejecutivo, de reunir a los vecinos potencialmente afectados por la posible quema de 35 mil metros cúbicos de residuos forestales y detalló la propuesta realizada, alineada a la presentada recientemente por la Dirección de Bosques. Además, señaló que la situación de superpoblación de ramas es producto de una combinación de “infortunio”, por parte de la naturaleza y “alta imprevisibilidad” del gobierno municipal.

20 Oct 2017
    

Fernando Bravo, Defensor del Pueblo y el Ambiente, se refirió a la presentación realizada desde su área, que contiene una alternativa a la quema de 35 mil metros cúbicos de residuos forestales que pretende realizar el Ejecutivo, según planificó desde su Comité de Emergencia integrado por las distintas fuerzas nacionales, provinciales y municipales.

El Defensor señaló que se le recomendó al Ejecutivo convocar a una reunión urgente con los vecinos: “Si tenés potencial afectación de la vida cotidiana, la salud, el buen estar y entender, por un daño eventual y eso involucra al Estado, el Estado está obligado a informarte”.

Según Bravo, el origen de la superpoblación de ramas en el predio designado del Ejército, a escasos metros de donde inician las viviendas de Vega Chica, “está a mitad de camino del infortunio y la imprevisión”.

Sobre el “infortunio”, detalló que refiere al desastre natural, y que “había que tratar de resolverlo”. Fue esa necesidad, de acuerdo a Bravo, la que “condicionó el accionar”, actuando “con alta dosis de imprevisibilidad”, por parte del Ejecutivo.

“Si tenés cosas previstas, prearmadas, vas a responder de mejor manera al desastre. Ahora creo que está funcionando mejor de todos modos, pero lo lógico es tener previstos lugares donde, en un evento de este tipo, se pueda acopiar una cantidad imprevista, de este tipo de ramas o leña. No lo teníamos, por eso hubo que meter en cualquier lado. Ahora las ramas están en el Regimiento y tengo que resolverlo de la mejor manera posible”, continuó.

La Defensoría, en su presentación, advierte que movilizar nuevamente las ramas “necesitaría centenares de camiones, consistiendo en un monto muy elevado, algo que podría hacer si tuviera el recurso, pero tampoco tenemos dónde llevarlo, eso es un condicionante”.

Por otro lado, hacen especial hincapié en el “riesgo potencial de incendio” de mantener las ramas en ese lugar, así como la posibilidad de proliferación de roedores, ya que “somos zona endémica de hantavirus”. Además, manifiestan, en palabras de Bravo, “que quemar leña implica provocar dióxido de carbono”.

En una propuesta integral, “la Defensoría propone, en línea con otras propuestas como la de la Dirección de Bosques, reducir tanto como se pueda el volumen a quemar, luego aprovechar la leña, chipear, gestionar alternativas para conseguir chipeadoras, y trasladar aquello que pueda trasladar”.

Además, solicitan abordar el tema desde el punto de vista completo, que incluya el pronóstico meteorológico, considerando potenciales cambios de viento y las condiciones necesarias que puedan alterar el curso del humo.

Según Bravo, el Municipio, “desde siempre, tiene un problema de mala planificación estructural” y aseguró que estos se debe a que en una gran cantidad de casos, esto se debe a que las tareas de previsión y prevención son descartadas por los costos que implican. “No es distinto de lo que pasaba antes y aún antes, pero le tocó a este Gobierno en esta instancia”, finalizó y concluyó: “La situación que tenemos no es producto de la generación espontánea.