En declaraciones radiales el intendente Fernández explicó porque vetó la ordenanza de la cocina móvil. Los detalles.

29 Dic 2011
    

¿Cuáles fueron los principales argumentos para tomar la decisión?

Los fundamentos del veto están en el mismo decreto, pero yo lo digo así en forma sencilla: Yo entiendo que puede haber un emprendimiento de esa naturaleza, en un lugar o en un espacio donde no se pueda disponer, en forma regular por decirle de alguna manera. Lo podríamos llegar a pensar para … en modo de ejemplo… se podría pensar un emprendimiento de ese tipo en un lugar como Falkner, como Villarino, como Lolog si no tuviese o fuese dentro de un predio, en Catritre, en La Islita… en un lugar que uno sabe que no hay posibilidades de una habilitación comercial de un servicio que tenga todas las garantías de Bromatología para que se pueda brindar con seguridad, porque los responsables solidarios de esa medida es el municipio y como tal, nosotros tenemos que responder solidariamente, entonces si nosotros damos esa habilitación comercial para venta de alimentos y le estamos exigiendo a otros comerciantes que tienen determinadas instalaciones con características… cuando la ley es pareja no es rigurosa, es ley.

¿En estos lugares que sugiere a modo de ejemplo, no requeriría de habilitación municipal?

Depende si es fuera del ámbito municipal la habilitación que le pueda brindar Parques Nacionales u otra jurisdicción… provincial… estoy pensando, se me ocurre Meliquina u otro lugar.

¿Recibió comentarios por parte de la Asociación Hotelera y Gastronómica de que esto pudiera considerarse como una competencia despareja, sin denominarla desleal porque no lo es?

El tema de competencia lo entendemos, si es un servicio que se presta a la comunidad, no hay competencia, el asunto es… a nosotros lo que nos interesa es preservar la salud de la población, brindando un servicio que, si no se brinda, entonces si garantizarlo, pero en este caso no se compadecía con esto que estoy diciendo, el mismo servicio se presta, porque hay lugares que venden los mismos elementos con las garantías bromatológicas que exige la normativa en San Martín de los Andes y eso para nosotros es suficiente. Por otra parte eso habilitaría a que en cualquier esquina se instalara también un expendio de comidas o bebidas al paso de manera similar.

Ahí debería hacer uso de espacio público que requiere una autorización particular y una audiencia pública para tener esa autorización.

Si pero en un ochava de espacio privado también se podría llegar a hacer. Por eso digo una esquina. En cualquier lugar cabe, en cualquier lugar lo podríamos llegar a hacer y creemos que tiene que tener cierta normativa y ciertas seguridades para quién va a consumir. Y eso se lo damos nosotros, somos solidariamente responsables.

¿Si uno se intoxicara en un restaurante habilitado puede demandar a la municipalidad?

Si el restaurante cumple con la normativa no debería (pasar). Ahora si el restaurante cumple con la normativa y hay un problema de intoxicación, ahí la municipalidad es solidariamente responsable por no haber advertido. Si el que trasgrede es el restaurante, indudablemente el responsable es el restaurante.

Haciendo un análisis a estas respuestas, destacamos unos puntos que no coinciden con los argumentos que se utilizaron para dejar sin la posibilidad de trabajo al vecino.

-       La Dirección de Bromatología de la Municipalidad se expidió favorablemente sobre el proyecto, esto implica que cumple con todos los requisitos bromatológicos que el Estado exige.

-       El servicio no se brinda actualmente ya que su modalidad es “al paso”

-       En el caso de que fuera un “mismo servicio que ya se presta” entendemos que no está regulado la cantidad de comercios de un mismo rubro que pueden ser habilitados y que siempre existen distintas categorías de un mismo servicio, (desde Hoteles de alto nivel hasta campings o desde Restaurantes de minutas hasta Locales de picadas regionales o platos gourmet).

-       La ordenanza 9281/11 que fue vetada, autorizaba puntualmente esta situación y con un plazo fijado al 29 de abril de 2012. Esto no daba lugar a la instalación masiva de carros o cocinas móviles en “cualquier esquina u ochava de la ciudad”

Los argumentos están,  tal vez no conforman a quienes analizan la situación desde el punto de vista del consumidor que pensaba comerse una hamburguesa o pancho mirando el lago y mucho menos para el vecino que tenía la ilusión seguida de la necesidad de trabajar.  

Consultado acerca de este tema y sobre la participación que pudo tener la Asociación Hotelera y Gastronómica en esta decisión, Gustavo Fernandez Capiet, presidente de la misma, el martes en declaraciones radiales dijo “Nosotros no le hemos presentado un nota a Juan Carlos Fernández pero hemos hablado de la situación antes de que asuma e incluso después de que asuma. Expresando nuestra opinión respecto del producto turístico que queremos preservar, respecto de los límites que hay que ponerles a ciertas situaciones, respecto a las ventanas o puertas que pueda abrir una ordenanza de este tipo”.