DPA constató transferencia de RSU en predio del Ejército

 La Defensoría del Pueblo y del Ambiente se constituyó el pasado viernes 12 en instalaciones del Regimiento Cuatro de San Martín de los Andes, previa formalización del pedido de ingreso ante el jefe de la guarnición militar, para constatar el funcionamiento de la operación de transferencia de residuos sólidos urbanos que el municipio traslado allí. Esta Defensoría aclara que no tiene competencia para aprobar o desaprobar una operatoria ambiental, pero sí tiene competencia para controlar su realización y actuar si entiende que pudiera afectar al ambiente y a la calidad de vida de los vecinos. Así lo ha hecho con el actual relleno sanitario de San Martín de los Andes, ocasión en la que presentó un amparo ambiental ratificado en primera, segunda y tercera instancia judicial. Sin embargo, en ese contexto, es imperioso señalar que no existe normativa específica que regule una “operación transitoria de emergencia” de RSU, puesto que lo esperable es una operación permanente conforme los estándares nacionales e internacionales en la materia. Pero la reciente apertura del Relleno Sanitario de Alicurá sin la instalación de una planta de transferencia definitiva obliga al municipio a realizar una operación transitoria, razón por la cual los resguardos imprescindibles surgen de la aplicación extensiva de la normativa ambiental provincial y municipal a una operatoria claramente extraordinaria en su ejecución. Así, esta Defensoría ha interpretado como condiciones ineludibles para una operación de este tipo, las siguientes: 1. Que los RSU no toquen el suelo natural. Es decir que las descargas y cargas controladas de los camiones recolectores a las bateas de transporte a Alicurá, se hagan de camión a camión en el caso de las unidades que lo permitan, o en un sitio semicerrado o idealmente cerrado para el caso de las unidades recolectoras que no puedan hacer el volcado directo a la batea. En esta segunda opción, los residuos se deben transportar desde el sitio semicerrado o cerrado donde se hace la descarga al suelo impermeabilizado y desde allí recién a la batea a través de máquinas con palas cargadoras 2. Que en cualquiera de los casos haya personal municipal para controlar y corregir toda situación de pérdida de material (caída eventual de bolsas fuera de las bateas). 3. Que no haya camiones en espera en el lugar para realizar las maniobras. 4. Que no queden residuos sólidos en el lugar de jornada a jornada. Es decir, que la operación de recepción de los camiones recolectores y transferencia de los residuos sólidos a las bateas de transporte se haga en el día y se limpie el lugar de todo residuo para acometer la misma labor al día siguiente, en un entorno limpio y controlado.