Nominado por quinta vez al premio Nobel de la Paz, Juan Carr, fundador de la Red Solidaria Argentina, cuenta que si bien esta nominación es una alegría, estaba un poco distraído, preocupado por la mortandad por el monóxido de carbono y la gente de la calle.

29 Abr 2012
    

Juan Carr, fundó, junto a otras cuatro personas, al Red Solidaria Argentina hace 18 años. Su pasado solidario se remonta a los scouts – “tiene esa fuerza solidaria de pensar en el otro” -, los pasionistas y universidad de Buenos Aires reforzaron su vocación solidaria a través de los años. 

“Esto ya forma parte de mi manera de mirar la vida, además lo hago con mucho gusto, yo amo esto, no me significa ningún sacrificio; la realidad es dura, por supuesto hay muchos fracasos pero cada tanto hay algún éxito que te conmueve muchísimo, la posibilidad de salvar una vida…eso es la vocación” cuenta Juan. 

Hoy la Red Solidaria Argentina tiene 70 sedes en 70 ciudades del país y se están armando otras tantas, a cargo de Manuel Lozano; sus esfuerzos se encuentran concentrados en fortalecer la red internacional que ya tiene bases en muchos países del mundo, “en la estructura actual, porque fuimos creciendo mucho, estoy en el panorama internacional, afirmando la red en Boston, Barcelona – no viajo mucho porque me gusta estar en mi casa con mi mujer y mis cinco hijos – estamos armando Europa y Estados Unidos, tratando de que crezca, bastante bien en Chile, empezando en Uruguay y Paraguay, tratando de hacer crecer la red global” relata Carr. 

La Red ha realizado cientos de campañas en cerca de 80 temáticas diferentes, con alrededor de 800 personas en conexión permanente en el país. Adultos mayores solos, la integración y la discapacidad, la tuberculosis, el chagas, algunas patologías como la diabetes y los celíacos, el medio ambiente, son algunas de las temáticas abordadas. 

Al momento del contacto con Carr nos comentó que se encontraba coordinando dos campañas, una para evitar las muertes por monóxido de carbono llamada “5 centímetros”, explicando que durante el 2011 en Argentina murieron 32 personas por este flagelo, y que si dejamos abierta una ventana 5 centímetros evitamos  muertes por monóxido de carbono; y la otra para ayudar a la gente de la calle, que en época invernal muere de hipotermia. 

Como broche de oro que demuestra la humildad que reflejan sus palabras indicó que no conoce la fecha en que se eligen los Nobel, “la verdad que no lo sé, sé que es a fin de año; y como la cultura solidaria no compite sino que comparte, hace 10 años con León Gieco nosotros propusimos a Abuelas, yo soy hincha de Abuelas de Plaza de Mayo, que si me interesa que ganen” concluyó el nominado al Premio Nobel de la Paz.