Es una nadadora de agua fría campeona en torneos europeos. Durante el 2020 no pudo entrenar para competir, pero en la última semana cruzó el Lago Lacar sin trajes de protección.

12 Sep 2021
    

Tras prepararse por más de un año, Daiana Ferrer, nadadora de aguas frías, el pasado sábado pudo concretar su objetivo de cruzar el Lago Lácar, en pleno invierno, sin ningún tipo de protección térmica. La impresionante travesía, en las aguas heladas le llevó una hora y seis minutos.


“Fue la concreción de un trabajo de más de un año que hicimos con mi entrenadora. Nadé sin neopreno, ni nada, solo en malla”, aseguró la joven deportista de esta disciplina nueva e innovadora en Argentina.


Pese a lo vanguardista de la actividad, Daiana es una nadadora profesional que ya ha participado en campeonatos internacionales, en los cuales ha quedado siempre entre los primeros puestos.


“Cuando se decretó la cuarentena yo acababa de entrar al país. Estaba volviendo de hacer los campeonatos invernales europeos y asiáticos, correspondientes a la temporada 2019-2020. Eso fue entre diciembre y marzo. Ahí estuve nadando por Alemania, Polonia, China, Austria, Holanda y Eslovenia. Tuve una buena recorrida”, recordó.


Detalló que en esos torneos la temperatura del agua es por debajo de los cinco grados, por eso se las consideran aguas heladas. “En el Sherman Open de Alemania quedé primera en mi primer kilómetro helado y lo nadé a 2,6 grados”, aseveró.




Una vez de nuevo en Argentina, se vio imposibilitada de continuar con su entrenamiento de competición, ya que en su ciudad natal, Monte Hermoso, así como en el resto del país, los natatorios cerraron sus puertas la mayor parte del año.


“Durante el confinamiento en mi ciudad fue súper estricto y recién pude volver a entrenar como estaba acostumbrada en enero de este año”, contó.


Antes durante el 2020 pudo retomar su entrenamiento en el mes junio, pero exclusivamente en el mar, es por ello que debió hacer un importante trabajo de adaptación de los ejercicios que habitualmente realiza en pileta, donde se practica la técnica y demás cuestiones pertinentes al deporte.


“Tuvimos que adaptar todos esos entrenamientos en el mar, aplicar conteo de brazadas porque no teníamos manera de medir los metros con exactitud y mucho trabajo físico fuera del agua, en seco y así me mantuve durante la cuarentena hasta que este año abrió el natatorio y pude volver a lo que es el entrenamiento fuerte”, señaló.




La travesía del Lago Lacar


Familiarizada con los paisajes neuquinos, ya que todos los años pasa una temporada en San Martín de los Andes, durante el 2021 las restricciones impuestas por el Gobierno provincial le imposibilitaron volver a Monte Hermoso y la idea comenzó a tomar forma en su cabeza. Según relato durante una caminata por la montaña surgió la primera posibilidad.


“Estábamos con el chico que me hace la seguridad y dijimos: che y si hacemos un cruce de invierno. Primero quedó en eso, en una idea, pero el lunes siguiente nos pusimos a averiguar si era posible”, contó.


De este modo, tras el fin de semana largo del 25 de mayo, ella y su equipo pusieron manos a la obra con la osada idea de atravesar un lago patagónico en pleno invierno, cuando la temperatura del agua no supera los 9 grados. Ante lo innovadora de la propuesta, la Municipalidad se puso a disposición de la joven nadadora para acompañarla en cada paso de su reto.




“Así surgió todo, lo siguiente que hicimos fue una triangulación con Prefectura de San Martín, a quien estoy profundamente agradecida porque me acompañaron un montón. Así como también el Parque Nacional Lanín y el Club Náutico local que me brindó las dos embarcaciones que requería para hacer el cruce”, detalló.


Una vez conseguido el acompañamiento, Daiana puso manos a la obra en su preparación, acompañada por su entrenadora, la campeona mundial de un kilómetro helado, Victoria Mori. De esta manera el sábado se puso su malla y se lanzó a las aguas heladas del Lácar.


“Yo le tengo resistencia al frío, disfruto mucho lo que hago. En esta ocasión fui acompañada en las embarcaciones por mi entrenadora, una médica, mi hermano y mi equipo de seguridad en estándar pádel: Jonathan Millar y Fabián Pascuare”, detalló.


Asimismo, señaló que desde el Club Naútico de San Martín de los Andes pusieron a disposición dos embarcaciones y Prefectura Naval Argentina, realizó un constante acompañamiento, desde su lugar de partida, “La Islita” hasta Playa Catritre. “Fue un momento súper emocionante. Se había juntado mucha gente a esperarme y todos los que estaban en el muelle me alentaron, fue hermosísimo”, contó.


“Este es mi granito de arena para que el deporte pueda cobrar visibilidad y se pueda empezar a hacer cada vez más popular y tener cada vez más lugares donde poder hacer nuestras prácticas. No somos improvisados, esto se logra después de mucho y muy responsable entrenamiento”, concluyó.





¿Cómo llegó a nadar en aguas heladas?

Según narró Daiana, su amor por la natación fue siempre parte de su vida. “Yo siempre nadé en el mar, pero de manera más amateur y siempre me gustaron las aguas abiertas, entonces fue como que me faltaba algo porque a mí se me terminaba la temporada de verano en marzo, entonces tenía que esperar hasta octubre, noviembre para volver a practicar”, contó.


En la búsqueda por ampliar sus horizontes deportivos, durante septiembre de 2017 participó de un curso dictado por la Asociación de Natación y Acondicionamiento Físico (ANAF) argentina, en el cual propusieron hacer una entrada al mar sin trajes de neoprenos. “Me pareció tremendo y de ahí fue que algo se despertó en mí y quise ir cada vez a más frio, más frio, más frio y empecé a adentrarme en el deporte”, recordó.