Walter Morea, presidente de la junta vecinal del barrio Cordones del Chapelco, cuenta que desde febrero, a poco de asumir, viene advirtiendo en el consejo de prevención del delito la acuciante sitiuación de violencia y delitos que se van sucediendo en los barrios de Cordones; "la realidad es que los tiros los tenemos, había 6 móviles alrededor de mi casa y tres tiros le pegaron a un móvil - cuenta Morea y agrega - es algo muy serio, quieren mirar para otro lado o minimizar las cosas y no es así."
Si bien desde el gobierno municipal se intenta abordar la situación desde un aspecto integral de la seguridad, parece que ni las campañas solidarias, las actividades en la delegación y el destacamento parecen tener un efecto atenuador de la situación, más bien podría decirse que la situación va tomando un carácter cada vez más violento. Se sabe desde siempre, que en Cordones del Chapelco el hurto y la invasión a la propiedad privada en ausencia de los propietarios era y es moneda corriente, y si bien siempre se escucharon tiros, ahora se transformaron en enfrentamientos directos con la policía.
"Uno tira ideas, no es que uno está tirando solo bombas, no es así" se defiende Morea de algunos ataques provenientes de sectores oficiales, que no vieron con agrado que salga por los medios a reclamar seguridad, "desde la epoca de Carro, que el Intendente era presidente del CD y Carnaghi era secretario de gobierno, siempre se le dijo que era un problema grave cuando los barrios crecen tan rápido y sin ningún tipo de contención y hoy lo estamos sufriendo, son problemas que vienen de hace mucho y que hoy explotan más" relata.
Además acusa que lo han tratado de traidor, "cuando uno no opina como ellos es traidor y no es que uno no opine como ellos, yo tengo una hija de 13 años, estoy exponiendo a mi familia, esto no es un juego, ellos lo minimizan y uno pone palos en la rueda, en ningún momento se han sentado a trabajar en serio, yo no estoy en contra de ellos, estoy a favor de la gente y los tiros existen y no tenemos un muerto de casualidad", asegura Morea.
Entre tanto el presidente de la junta vecinal de Cordones refleja el sentir de gran parte de la población del lugar, que con angustia ven como el barrio se convierte en un campo de batalla librado a merced de un grupo de unas 30 personas que amedrentan a los vecinos y a la policía, mantiene en vilo a las familias que día a día realizan sus tareas de manera honesta.