"Los barrios del Curruhinca son los más complicados"

Mónica Salinas es la "nueva" directora de la Dirección de Juntas Vecinales. Asumió sus funciones en el mes de noviembre de 2010 y desde este organismo gubernamental, que depende de la jefatura de gobierno, se erige como un nexo entre los vecinos y el gobierno para llevar soluciones a los barrios.

"La Direccion de Juntas Vecinales es un órgano de gestión que no cuenta con recursos propios para dar solución a los problemas de los vecinos; nuestro trabajo se concentra en ser un nexo para atender los reclamos de los presidentes de las juntas vecinales y los distintos órganos municipales, en hacer un seguimiento de sus reclamos", argumenta Salinas.

Con 33 juntas vecinales en todo San Martín de los Andes, hay 22 que cuentan con personería municipal y reciben 400 pesos mensuales por parte del municipio para atender algunas necesidades administrativas.

Consultada acerca de cuáles son los reclamos más frecuentes de las juntas vecinales, Salinas manifiesta que "son diferentes las problemáticas de cada barrio. Creo que en este momento el mayor inconveniente y los que necesitan una solución urgente son los barrios del cerro Curruhinca ante la falta de muros que contengan la caída de la ladera de la montaña". Según la funcionaria, "los reclamos más frecuentes de otros barrios pasan por el pedido de alumbrado o el pavimento de calles". Otro problema que detecta la funcionaria es la presencia del parque industrial de Villa Paur. "Los vecinos se quejan por el movimiento de camiones, pero es un tema que se está resolviendo con la creación del parque industrial en dirección a la Chacra 30".

Pero la Dirección de Juntas Vecinales no sólo atiende reclamos de infraestructura, también trata de acercar soluciones a los problemas sociales de la comunidad. "Tenemos programas sociales que se traducen en talleres y cursos de distinta índole para que los vecinos puedan desarrollarse en distintas actividades".