Con gran presencia de público –principalmente trabajadores y concurrentes al lugar bailable- se analizó ayer como segundo tema de la sesión el pedido de revocatoria de la homologación del permiso que le permitía al local nocturno Enigma funcionar con permisos de “confitería”, “Shows en vivo” y Salón de fiestas”, a la vez.
Un público que aplaudía permanentemente cada intervención del concejal Alberto Bruno, uno de los férreos defensores de que el lugar permaneciera abierto, y que incluso –público- que pidió el uso de la palabra para defender al lugar.
Luego de un cuarto intermedio, en el que se iba a analizar la posibilidad de dar marcha atrás con la revocación y tratar el tema más adelante, los concejales votaron por confirmar la decisión de la revocación. En el medio, un lamentable episodio que terminó en una denuncia penal de una concejal sobre el asesor del PVSS, por “amenazas verbales” en pleno recinto.