Por Sabrina Mingrone

29 May 2011
    

La aromaterapia es una de las artes curativas más antigua, ya los egipcios machacaban diversas flores para obtener aceites los cuales eran destinados a fines terapéuticos.

A través de ciertos aromas podemos armonizar nuestros cuerpos físico, emocional, mental y espiritual trabajando así en su unificación.

Aunque el sentido del olfato, haya quedado relegado a los demás sentidos, se sabe que es el más sensible de los cinco. Ya que una ínfima molécula aromática puede estimular las células olfativas de nuestra nariz y enviar una señal  que viaja directo al cerebro activando zonas especificas y  provocando un cambio para nuestro bienestar.

Un aroma puede hacer acogedor un ambiente o lugar influyendo entonces directamente en nuestras emociones y provocando por ende una respuesta fisiológica como ser bajar nuestra frecuencia cardiaca y respiratoria, llevándonos a un estado de relajación.

Es importante dar cuenta de que nuestro organismo tiene una predisposición nata de poder de autocuración que con diversos factores como ser un aroma puede activarse.

Generando entonces un clima especial y armonioso dentro por ejemplo de nuestro hogar produciremos un cambio energético que nos ayudara a sentirnos mejor con nosotros mismos y a proyectar ese sentimiento con los que nos rodean.

Una de las formas de hacer uso de esta terapia es a través de los aceites esenciales, los cuales se obtienen de plantas aromáticas y se vehiculizan por lo general con aceites de almendras o jojoba.

Los aceites esenciales tienen un efecto sobre la mente y el cuerpo bien si se usan en hornillos, en masajes o en baños.

Es importante que no se usen puros ya que son a veces demasiado fuertes y concentrados y pueden provocar alguna reacción alérgica.

Por ejemplo si usáramos un aceite esencial para un baño de inmersión, deberíamos  mezclar unas gotitas de aceite con una cucharada de champú y luego agregar al agua.

Si queremos usarlo para aromatizar el ambiente, podemos mezclarlo con alcohol etílico y colocarlo en un vaporizador.

Para realizar nuestro propio aceite esencial, debemos conseguir un frasco de vidrio con tapa, un aceite natural  que conseguiremos en alguna dietética y  pétalos de la flor que hayamos elegido. Luego debemos machacar las flores, colocarlas en el frasco, cubrirlas con el aceite y tapar.

Dejaremos la preparación durante 4 semanas, cuidando que reciba la luz del sol varias horas por día y agitando de vez en cuando. Luego filtraremos las flores y el aceite quedara listo.

También los sahumerios son muy efectivos para provocar diversos efectos en nuestros hogares. Siempre que queramos armonizarlos, debemos primero limpiarlos utilizando incienso, mirra, ruda, pino o  benjuí. Luego debemos encender aromas dulces para atraer energías positivas y buenas vibraciones, como vainilla, coco, chocolate, almizcle, canela, miel.

Cuando busquemos concentrarnos mejor debemos encender sahumerios de limón, manzana, menta o romero.

Si buscamos relajarnos y aliviar el stress los aromas que nos ayudaran son canela, sándalo, incienso, lavanda, maderas del oriente, opium, violeta y tilo.

Los aromas afrodisíacos son ámbar, pachulí y  reina de la noche

Para atraer prosperidad económica nos ayudara los aromas de sándalo y almizcle juntos.

Si buscamos energizar nuestro espacio encendamos sahumerios de  frutilla, jazmín, limón o musk,

 En el momento que nos demos para meditar los aromas de  canela, incienso, sándalo, y violeta nos ayudaran a generar un clima de paz y armonía.

Tengamos en cuenta para destapar vías respiratorias o aliviar dolores de cabeza aromas frescos como el eucalipto o menta.

Podremos a través del uso de los aromas hacer mas agradable nuestro día a día, disfrutemos del sentido del olfato, trabajemos en su desarrollo y nos sorprenderemos con el resultado…

 

                                                              lic.sabrinamingrone@smandes.com.ar