La comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable (H) aprobó por unanimidad el despacho del proyecto de ley que crea el Programa de Saneamiento de Aguas Residuales, Cloacales e Industriales, destinado a reducir el vertido directo de efluentes en ríos, lagos y cursos de agua de la provincia.
La propuesta, impulsada por el diputado Guillermo Monzani (Fuerza Libertaria), plantea como meta final alcanzar el vertido cero, mediante una reducción progresiva de descargas y el reúso de aguas tratadas en actividades productivas como la forestación y el pastoreo. Durante el debate, se mencionaron experiencias aplicadas en distintas localidades, como lagunas de estabilización y sistemas de infiltración en suelos.
El proyecto establece que, a partir de 2030, todo sistema de tratamiento deberá contar con un plan de reducción de descargas y reutilización. Además, prevé relevar y empadronar, en un plazo de dos años desde su entrada en vigencia, todos los puntos de descarga existentes, incluyendo plantas de tratamiento y tecnologías utilizadas.
La norma también dispone que, desde su promulgación, los nuevos estudios, proyectos u obras deberán incluir un plan de reúso de efluentes. Quienes actualmente descarguen aguas residuales tendrán un año para presentar un plan progresivo de reducción, que será evaluado en un plazo de 120 días. En caso de incumplimiento, se intimará a regularizar la situación en 30 días, bajo apercibimiento de multa.
“El petróleo y el gas se van a acabar en algún momento; nosotros tenemos que preservar el recurso natural”, afirmó Monzani.
La iniciativa continuará su análisis en las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia (A) y de Hacienda y Presupuesto (B).
Respaldo a un proyecto de reciclaje en Plottier
En la misma reunión, la comisión presidida por la diputada Gisselle Stillger (Arriba Neuquén) emitió despacho unánime para declarar de interés legislativo el proyecto Eco Canje, desarrollado en Plottier por la organización Evolución.
Sus integrantes, Sofía Camargo y Rodrigo Ramos, explicaron que la propuesta nació en 2021 para promover el reciclaje mediante el intercambio de materiales recuperados por plantas comestibles o aromáticas, incentivando el autocultivo. Con el tiempo, se extendió a las escuelas, incorporando huertas y educación ambiental.
Actualmente, el proyecto produce ecoleños a partir de cartón, virutas de madera y aceite vegetal, contribuyendo a la calefacción de hogares en situación de vulnerabilidad. Los impulsores destacaron el impacto de la iniciativa en la reducción de residuos y la participación activa de la comunidad.