El propósito es "pensar la educación a diez años y para el segundo Bicentenario, en 2016", cuando el país celebrará dos siglos de su Independencia, indicó Sileoni en la sede de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) en Río Gallegos.
En esa agenda están las metas educativas Iberoemaericanas 2021, acordadas por los presidentes de la región; que todos los chicos de 4 años vayan a la escuela -ahora lo hacen casi todos los de 5-; llevar el año próximo el calendario escolar a 190 días; extender la jornada de clases para los alumnos de sectores más vulnerables y mejorar la calidad educativa, detalló.
Aunque el gobierno ha construido 1.800 nuevas escuelas y entregó millones de libros y computadoras, insistió en la necesidad de que "los chicos aprendan más".
Otros temas son una nueva ley educativa, la calidad de la formación docente -carrera que pasó de 3 a 4 años, un aumento del 25% y con prácticas desde el inicio-, mejoras en salarios del sector y en inversión material e involucrar a la familia.
"Los padres deben apagar la televisión tres horas por día" para que los chicos estudien, dijo Sileoni y agregó que también trabajarán en la retención de alumnos, la administración de recursos y la incentivación de vocaciones científicas y tecnológicas.
Aún hay "400.000 chicos que no están en el secundario, nos preocupa los que se van de la escuela a la esquina, la sociedad necesita que esos pibes se reciban", dijo el ministro y agregó que seguirán invirtiendo hasta ver "resultados claros".
"Es el segmento más problemático del sistema educativo", indicó, por lo que desde 2010 hay asistencia económica, docentes con mayor horario y tutores para fortalecer el aprendizaje, ya que los chicos llegan a la universidad con dificultades de interpretación y en la expresión oral y escrita.
Hay quienes "todavía piensan que la escuela media debe ser selectiva y tienen cinco aulas para primer año y dos para quinto, sin pensar si esos chicos que no llegan hasta el final se fueron a la nada", reprochó.
Sileoni habló también de la responsabilidad de las casas de altos estudios en ese tema, porque "más de la mitad de los profesores del secundario son egresados universitarios".
Cada alumno "es un enigma, pero todos son educables", aseguró el ministro y reconoció que si bien "la pobreza es un obstáculo" y a los chicos en esa situación "no se les exige tanto", la actitud correcta es responder a las bajas expectativas materiales con más altas propuestas pedagógicas.
Incoporar sectores carecientes "es complicado porque los hogares de bajo capital cultural inciden en la trayectoria escolar.
La pobreza se cobra la niñez, hay menos libros, menos lugares para estudiar. Hemos hecho un gran esfuerzo pero hay que hacer mucho más", manifestó Sileoni.
"El tiempo que viene es de construcción de más derechos", apuntó Sileoni en referencia al rol que les cabe a las casas de altos estudios.