Investigan macabro hallazgo

Efectivos de la comisaría de la Mujer  investigan el hallazgo de una campera con restos óseos que se presume podrían ser humanos.

Según trascendió el hecho ocurrió la noche del domingo cuando una mujer dio parte a la policía de que en  un sector del cerro Curruhuinca , habría una campera semi enterrada y en su interior restos que se presumen podrían corresponder con huesos humanos pertenecientes a un menor.

Sin embargo debido al estado de los huesos hallados no se pudo determinar a ciencia cierta el origen de los mismos, es decir si son o no humanos,  razón por la cual peritos de la División Criminalística  llegaron al lugar para recabar la información correspondiente.

Si bien no se brindó mayor información al respecto trascendió que se trataría de restos de un menor el cual se presume fue abandonado hace tiempo en el lugar razón por la cual fue producto del ataque de jauría de perros cimarrones que habrían dado cuenta del mismo.

Ayer en medio de las precipitaciones de cenizas volcánica los peritos de la Policía de la Provincia trabajaron en forma incesante para extraer los restos del lugar y poder así llevar a cabo diversas pericias que permitan determinar el origen de dichos huesos.

Si bien el tema fue abordado en principio por la comisaría Nº 23, luego pasó a la Comisaría de la Mujer,  habida cuenta de las presunción que se trataría de los restos de un menor de edad.

Según indicó el comisario Andrés Bengolea, titular de la comisaría Nº 23, quienes fueron los primeros en intervenir,  “el domingo por la noche tomamos conocimientos de que en la zona de cerro Curruhuinca, bien adentro de la montaña había unos restos que podrían ser humanos envueltos en una campera semienterrada”.

El uniformado agregó que “así fue como en medio de la noche fuimos hasta el lugar y consignamos la zona hasta la llegada de los peritos por la mañana. Ahora las actuaciones las lleva la comisaría del Mujer por presumir que los restos podrían tratarse  de un menor, pero no sabemos si son o no humanos”.

Según indicó Bengolea, la comisaría toma conocimiento de este hecho ya que “una vecina le informa a un policía que el día jueves ella pasó por allí y vio esa situación, pero a nosotros nos avisa recién el domingo por la noche”.