Un croquis a mano alzada concentró el interés de un nuevo día de testimoniales e investigaciones por el asesinato del policía José Aigo, hecho por el que permanecen prófugos dos ciudadanos que se presumen vinculados con organizaciones clandestinas chilenas.
Ayer se intensificaron los rastrillajes en la zona de Chiquilihuín, a unos 60 kilómetros de Junín de los Andes y en proximidad de la línea fronteriza. El hallazgo de una riñonera con un arma calibre 38 y proyectiles, dio nuevo impulso a la búsqueda en esa zona, pero al cierre de esta edición aún no había novedades.
El dibujo en cuestión fue confeccionado por el guardaparque Pedro Prieto, de la seccional Yuco del Parque Nacional Lanín, y se convirtió en el centro de una fuerte polémica, al parecer basada en una confusión semántica. Esa pieza también fue motivo de un allanamiento controversial realizado el pasado martes 13 (ver recuadro), y de denuncias de persecución ideológica por parte de organizaciones sociales y políticas de San Martín de los Andes.
Por ahora, en el caso está imputado por falso testimonio el joven Juan Marcos Fernández, hijo del intendente de San Martín de los Andes, propietario y conductor de la camioneta en la que iban los buscados que balearon a Aigo en el paraje Pilo Lil.
La casa del intendente Juan Carlos Fernández, fue allanada la pasada semana, lo que generó fuerte repercusión política. También fue allanada el domingo la casa de Juan Marcos, en la zona de Mallín Ahogado.
Prieto relató a este diario que hace más de dos meses, y como cualquier otro turista, se presentó de visita en la seccional un joven interesado en aspectos de la producción del lugar, el riego por aspersión y otras actividades ligadas con la vida de campo. El guardaparque, entonces, le comentó al turista que su "verdadero emprendimiento personal" está en Chile, donde compró una propiedad de 3,5 hectáreas.
Según Prieto, el joven que lo consultaba dijo dedicarse a actividades similares en Mallín Ahogado por lo que intercambiaron ideas. Así, por pedido del joven para una eventual y futura visita, Prieto le confeccionó un croquis de la ubicación de su chacra en Chile, próxima a las termas de Panqui. El guardaparque dijo entonces haber realizado el dibujo en un trozo de sobre de papel madera. Hasta ese momento, refirió Prieto, él desconocía que aquel turista fuese Juan Marcos Fernández.
El martes 6 de marzo, Fernández volvió a Yuco con su camioneta. De hecho, en su testimonial, Juan Marcos dijo haber ido allí con los ahora prófugos Alexis Cortez Torres y Juan Carlos alias "El Chino", este último contratante del "flete" de su camioneta entre El Bolsón y Aluminé y luego autor de los disparos que mataron a Aigo. En Yuco esperarían a otro pasajero, al parecer proveniente de Chile, que nunca llegó.
Fernández volvió aquel día a visitar a Prieto, quien dijo haber tenido con él una charla amigable sobre los mismos tópicos de interés común. Dijo que el joven había dejado la camioneta en "Playa Turquesa" y que no vio a otras personas con el joven. Al rato, dijo, Juan Marcos se despidió con un saludo cordial.
Pero el miércoles 7, cuando ya se sabía del asesinato del policía, Prieto fue preguntado telefónicamente por aquel croquis, que fue hallado en la camioneta de Fernández en la requisa. Pero el policía que le solicitó la información habló de un "mapa" y no de un croquis, generándose la confusión que llevó a que Prieto –según explicó el guardaparques– desconociera la existencia del documento. "En mi formación profesional, un mapa es una carta geográfica, georreferenciada, no un dibujo esquemático hecho a mano", aseveró. "Además, me decían si sabía algo de Aluminé y de otros lugares de los que yo no hablé ni dibujé en el croquis. El paso por el que se va a mi propiedad en Chile es Mamuil Malal... No tenía nada que ver con lo que me preguntaban", dijo.
El martes 13 la policía allananó la seccional Yuco: "Yo no entendía nada, no sabía qué pasaba, qué buscaban... Hasta que me dijeron que buscaban papel madera y biromes azules, y ahí me di cuenta de que el 'mapa' que tanto les preocupaba era en realidad el croquis. Les di todo pero igual me dieron vuelta la casa, me sentí violado. Me preguntaron por mis libros, por la revista 'Barcelona' que tenía entre mis papeles. Hasta me preguntaron de dónde había sacado un ejemplar de 'Le Monde Diplomatique', que se compra en cualquier quiosco...".
Fuente: Diario Río Negro