Incendio y violencia.

A partir de la denuncia de un incendio de una casa en la calle Coronel Díaz al 200, es que se presentan los bomberos voluntarios junto a la policía para asistir el siniestro. En ese momento el personal policial comenzó a ser apedreado por un grupo de jóvenes “que viven en inmediaciones del domicilio que se estaba incendiando” comentó Diego González, 2° jefe a cargo de la comisaría 23.

Cuando llega el apoyo policial solicitado se produce el altercado entre uniformados y malvivientes, producto de lo cual resultan lesionados ocho policías, tres de ellos con armas blancas y el resto producidas con elementos contundentes.

Se demoraron nueves personas, dos menores de edad que recobraron la libertad, al igual que una mujer embarazada. De los restantes seis algunos ya recuperaron la libertad por orden del juzgado de instrucción, en base a las actuaciones policiales.

Por lo que explicó el oficial principal González, esta situación es de vieja data e involucra a la familia que antes vivía en la casa que fue incendiada y a otra que vive en la zona.

Truchas

En un operativo de rutina de control vehicular sobre la ruta 234, se encontró un vehículo con el baúl cargado de truchas. Es que cuando se le solicitó al conductor que entregara la documentación del automóvil, personal policial notaron rasgos de nerviosismo por lo que los uniformados decidieron intensificar la requisa. Así es que al abrir el baúl el mismo contenía gran cantidad de truchas, por lo que fue automáticamente secuestrado.