La iniciativa alcanza a kinesiólogos, fisioterapeutas, terapistas físicos, licenciados o doctores en kinesiología o fisioterapia. Consideraron indispensable la actualización de una norma que contemple los avances de la profesión y dijeron que “la definición de las atribuciones de los kinesiólogos marca la cancha para el resto de las profesiones”. Lo dijeron en la reunión semanal de la comisión de Desarrollo Humano y Social de la Legislatura.
Cabe consignar que el ejercicio de la kinesiología se norma por el capítulo III de la Ley N° 578, sancionada en 1969. Como novedad se crea la figura de “acreditación de competencia profesional”, un sistema de evaluación voluntario para mejorar la calidad de atención al paciente. La misma será otorgada por una comisión integrada por dos miembros del ministerio de Salud y dos del Círculo de Kinesiólogos, que tendrá como función estudiar y otorgar la condición de acreditación especializada en las disciplinas que disponga, con programas de educación calificada. Se trata de un proceso académico profesional orientado a fortalecer la formación general de los profesionales.
El sistema de acreditación contempla también la figura de “idóneo” para aquellos que registren antecedentes y la práctica ininterrumpida durante 10 años en el área donde solicitan la acreditación, certificada por el círculo y la presentación de dos testigos kinesiólogos que den fe de dicha situación. La figura se mantendrá por un año desde la sanción de la ley.
En presidente del círculo, Joel Nieva, junto a Carlos Otaño e Ivon Varela pidieron “normatizar la profesión” y explicaron que el desarrollo tecnológico permitió el surgimiento de nueva aparatología y técnicas manuales modernas de uso habitual, como así también la participación de los profesionales en tratamientos donde antes no tenían injerencia práctica como terapia intensiva, rehabilitación cardiológica, reeducación postural global, medicina osteopática, quiropraxia y acupuntura entre otras. También incorpora la posibilidad de que el kinesiólogo pueda prescribir fármacos específicos de uso tópico (cremas, ungüentos) como ya se hace en las provincias de Córdoba y Misiones.
José Russo –MPN- destacó la importancia de definir competencias e incumbencias de la carrera para “evitar superposiciones” y no consideró un inconveniente en “prescribir fármacos de uso externo, dado que hay que blanquear la situación que se da de hecho”.
Más adelante, Otaño explicó que los kinesiólogos no tienen autorización para atender demanda espontánea sino es por derivación médica, situación, dijo, que se “da en teoría, no en la práctica” y a continuación señaló los conflictos que se generan en los centros de estética donde hacen uso de herramientas de kinesiología sin que exista un control, donde no están capacitados ni cuentan con la matrícula correspondiente y agregó que “esto es un punto complejo de resolver al igual de lo que sucede con terapias alternativas”.
Por su parte, Ricardo Rojas –MID- destacó la importancia de las incumbencias profesionales que tiene el proyecto dado que el anterior, presentado en 2009, prohibía a los kinesiólogos actuar por sí mismos si no era por derivación médica. Alejandro Vidal –UCR- pidió no generar más conflictos con el municipio y no superponer actividades que son inherentes a otros ejercicios profesionales. Mientras que Raúl Godoy –DIT- destacó la participación de éstos profesionales en la salud.
Los profesionales pidieron participar de la reglamentación del proyecto.