El gobernador Jorge Sapag presidió este sábado -junto a la intendenta de Zapala, Soledad Martínez- la ceremonia central por el 101º aniversario de la ciudad. El acto central se desarrolló cerca del mediodía en la avenida San Martín, frente al edificio municipal y contó con la presencia de una nutrida cantidad de vecinos e integrantes de organizaciones civiles e instituciones culturales y deportivas.
Luego de los saludos de rigor a las tropas del Ejército, Gendarmería y Policía Federal y Provincial formadas frente al palco, el gobernador Sapag y la intendenta Martínez entregaron material didáctico, banderas de ceremonia, elementos de recreación y deportivos, máquinas de trabajo e instrumentos musicales a 18 establecimientos educativos entre jardines de infantes, escuelas primarias, secundarias y colegios técnicos de la localidad.
Inmediatamente, las autoridades otorgaron nombramientos a personal dentro del sistema público de Salud, que ya se desempeñan y otros comenzarán a desempeñarse, en el hospital local y en centros sanitarios de la zona dependientes del ministerio de Salud provincial.
Una vez concluida la ceremonia central -con los discursos alusivos, el desfile cívico militar y el tradicional corte de la torta- las autoridades inauguraron el nuevo gimnasio del Grupo de Artillería de Montaña -GAM- Nº 16; y visitaron las obras ya finalizadas del Hogar de Niñas/os Ayelén; las remodelaciones que se ejecutan en los albergues universitarios y los trabajos que se están realizando en la Planta de Procesamiento de Fibras.
En su discurso, Jorge Sapag afirmó que “aquellos que hemos sido elegidos por el pueblo para regir los destinos de nuestras provincias, municipios o la República, tenemos necesidad de estos actos populares” para “sentir el afecto y el cariño de la gente y al mismo tiempo, para decirles a aquellos que nos ven con una mirada crítica que aporten ideas creativas, con fundamentos y propuestas”.
Sostuvo que “la crítica sin propuesta es voluntarismo puro” y reafirmó que “en la construcción de ciudadanía y en democracia no hay lugar para la violencia -ni de las palabras ni de los hechos- sino para el trabajo cotidiano y permanente con seriedad, responsabilidad y mucha vocación”.