San Martín de los Andes atraviesa una temporada de invierno 2025 marcada por condiciones adversas. La combinación de un tipo de cambio desfavorable, escasa nieve y el crecimiento del turismo informal ha reducido a la mitad la ocupación turística durante el receso invernal, encendiendo luces de alerta en el sector.
“La ocupación está rondando el 50%, y desde el primer día dijimos que había que ser moderados porque sabíamos que este año la Argentina está cara”, expresó el intendente Carlos Saloniti, quien no obstante valoró que “lo importante es que se mueva la rueda del turismo, porque eso nos permite tener expectativas”.
Las escasas nevadas han afectado especialmente a los centros invernales locales, como Cerro Chapelco y Cerro del Lago Hermoso. Aunque los equipos de nieve artificial trabajan a pleno, las condiciones naturales no han acompañado: las cotas altas apenas muestran una delgada capa blanca, mientras se aguarda una nevada importante que permita consolidar la temporada.
En ese marco, el arribo de turistas extranjeros —en especial desde Brasil— cayó notoriamente. “El tipo de cambio perjudica al turismo. Es como abrir las importaciones: lo de afuera resulta más barato que lo local”, remarcó Saloniti, subrayando que es una situación que excede lo local pero que impacta directamente en destinos como San Martín de los Andes.
El intendente también advirtió sobre el crecimiento del alojamiento informal, que genera competencia desleal y, en algunos casos, estafas. “Con la sola publicación de una oferta no habilitada ya se dispara una notificación. Después llega la multa. No hace falta ir físicamente”, explicó, e hizo un llamado a la comunidad: “Si nos hacemos trampa entre nosotros, perdemos todos”.
En paralelo, la retracción de la actividad turística generó un fenómeno inesperado: algunos propietarios comenzaron a reconvertir sus viviendas para alquiler permanente, lo que podría aliviar parcialmente el déficit habitacional en la ciudad. “Muchos dicen ‘ya no me rinde el alquiler turístico, lo paso a alquiler urbano’. Eso está pasando”, reconoció el jefe comunal.
Con la segunda quincena de julio en curso y el inicio de las vacaciones de invierno en Buenos Aires como último impulso fuerte, desde el Ejecutivo local se esperanzan con alcanzar una ocupación del 70%. “Esta zona sigue activa dentro de una Argentina que en muchos lugares está muy parada”, señaló Saloniti.
Y concluyó: “Una sociedad se construye con razonabilidad. No se trata solo del control del Estado. También necesitamos el compromiso de cada uno para cuidar el destino, los precios y la experiencia del turista”.