Lo aseguró Néstor Sáenz, jefe de la zona sanitaria IV, en referencia a los casos de hantavirus en la zona. “Es una enfermedad endémica y la única solución, por el momento, es la precaución”.

02 Jun 2011
    

Hay preocupación en la zona que comprende a los parques nacionales Nahuel Huapi y Lanín a raiz de la abundante floración de la caña colihue, “lo que produce una semilla que es un excelente alimento para los roedores portadores del hantavirus”, afirman los expertos.

En Bariloche, hay un proyecto del legislado Facundo López, presidente del Bloque de Legisladores Encuentro - Frente Grande, por el cual se le pide al ejecutivo de Río Negro que “coordine con los Gobiernos de las provincias de Chubut y Neuquén, la realización de un mapa de Riesgo de Hantavirus”.

Sanmartinadiario tomó contacto con el jefe de la zona sanitaria IV, el doctor Néstor Sáenz, quien aseguró que “aún no han recibido ningún tipo de propuesta oficial para realizar un trabajo de ese tipo”.

La ciudad tuvo días atrás la primera víctima de hantavirus. Consultado acerca de lo que puede hacerse en función de la preocupación existente por la floración de la caña colihue, el médico aseguró que “hay que empezar a entender y tomar conciencia de que estamos frente a una enfermedad endémica, que está presente en todas las épocas del año.”

¿Cuáles son las precauciones que hay que tener? “La mejor y única forma de combatir el hantavirus es aprender a convivir con la enfermedad para extremar las medidas cuando uno está en zonas rurales, en bosques, en la montaña... Como el contagio es a través de las vías respiratorias por el excremento o la orina del ratón colilargo, lo primero que hay que hacer es usar un barbijo, no salirse de los senderos establecidos, ventilar bien la casa si está en una zona rural, evitar remover elementos...”

¿Cuáles son los síntomas? “Son muy parecidos a los de una gripe, pero más fuertes. Se producen estados febriles agudos, tos y dolores de cabeza y de músculos muy fuertes. El período de incubación de la enfermedad puede ir desde cuatro hasta cuarente días. Es muy importante detectar la enfermedad a tiempo para poder mandar los estudios al instituto Malbrán de Buenos Aires, que es el único que tiene reactivos para detectar el virus. Lamentablemente, estamos hablando de una enfermedad que tiene un cincuenta por ciento de mortalidad”, concluyó Sáenz.