El ministro de Salud de la provincia, Rubén Butigué se refirió esta semana a las causas que hicieron posible la baja histórica del Índice de Mortalidad Infantil (TMI) en la provincia. Al referirse a los números que revelan la calidad de vida de los neuquinos, Butigué señaló que “entre la mortalidad infantil, que se la bajó a números del primer mundo, y la esperanza de vida al nacer, estamos muy contentos con todas las acciones que se realizan en la provincia en pos del desarrollo”.
Butigué relató que “en 1963, cuando don Felipe Sapag asumió la gobernación de la provincia, describía que la TMI era la más alta de la república con el 156 por mil”. Luego de 50 años “son muchas las causas y razones que confluyen para que hoy tengamos el porcentaje más bajo de la historia en mortalidad infantil, que se mide dentro del primer año de vida del niño”, explicó el ministro.
Sobre el índice explicó que está relacionado “con el desarrollo humano, con el desarrollo tecnológico; porque volcar las riquezas del subsuelo para la inclusión y el desarrollo social, la construcción de viviendas, de escuelas; tiene que ver con más educación, con más familia, con más trabajo, con el agua potable. Todo esto hizo posible que “hoy tengamos 6,3 por mil nacidos vivos de mortalidad infantil, que es un logro de todo el Estado neuquino con sus distintas acciones, esto no es sólo Salud, si bien es un estandarte y lo mostramos desde Salud, es algo que tiene que ver con toda la provincia, con decisiones y acciones de conjunto”, expresó Butigué.
Sobre la historia de la mortalidad infantil explicó que “antes, los niños fallecían por falta de vacunación, por desnutrición, por falta de vivienda y porque no había trabajo”. En cambio, hoy en Neuquén, “el 98 por ciento de los neuquinos –exactamente 524 mil ciudadanos– tienen acceso directo al agua potable”. Además Butigué enunció que “la atención primaria de la salud es la gran puesta en valor de nuestro sistema de salud, que educa y previene, contiene, da equidad y universaliza”.
“Siento que estamos mejorando algo que tiene 50 años de vida, que viene dando respuestas todo este tiempo y que ha logrado por ejemplo, que –una mortalidad infantil que en algunos casos era del 180 por mil, por ejemplo en Loncopué y Aluminé–, sea hoy del 6,8 por mil. Eran 1800 pibes fallecidos y hoy estamos teniendo 70 y por causas que son inevitables”, expresó el ministro. “Esto es algo más que hay que entender cuando se hablan de estas cifras, porque en la actualidad las causas de muerte del primer año de vida se relacionan más con las causas perinatales y las anomalías congénitas y no con muertes evitables”, aclaró.
Asimismo recordó que “en cuanto al estudio de la Genética Médica, tenemos una residencia única en el país con esta especialidad. También contamos con el Programa de Análisis de Muertes Maternas e Infantiles (Pammei) que nos permite profundizar este tema para que este macro-indicador pase a ser analizado con las realidades regionales y de pequeños lugares, para evaluar no sólo la causa de la muerte sino todo el proceso que llevó a ella”.
Las metas provinciales consisten en reducir entre el 2007 y 2015 la mortalidad infantil y la mortalidad de niños menores de 5 años, en base a disminuir un 50 por ciento las muertes reducibles, tanto neonatales como post-neonatales y un 50 por ciento las muertes prevenibles de 1 a 4 años. Sobre ello indicó que “nuestros indicadores de seguimiento muestran que alcanzamos en 2011 el 7,1 por ciento, que es la meta intermedia y que estamos en condiciones de llegar a la del 2015, que sería del 5,5 por ciento”.
Otra cifra destacable del ministerio de Salud se relaciona con la expectativa de vida en mujeres con una perspectiva de 82 años siendo la más alta de la Argentina, y en hombres con 76 años, por eso “llegar al 6,3 por ciento es realmente ganarle a la vida un montón de años, porque conforme se ha mejorado ese indicador de manera categórica también se mejoró la esperanza de vida al nacer, de la mujer y del hombre neuquino”, expresó Butigué y sobre ello recordó que las mujeres neuquinas tienen “la esperanza de vida al nacer más alta de la república Argentina”.
Conceptos e indicadores
La mortalidad infantil comprende la defunción de menores de un año. Se llama mortalidad neonatal a la ocurrida en el transcurso de los primeros 27 días de vida y la expresión mortalidad postneonatal designa la ocurrida desde el fin del período neonatal hasta la edad de un año.
En el estudio de la mortalidad infantil se debe tener en cuenta un conjunto de factores que influyen y determinan el nivel de la misma. Estos son los factores biológicos, demo-gráficos, socio-económicos, culturales, ambientales, de atención de la salud y geográficos.
La tasa de mortalidad infantil relaciona las defunciones de menores de un año acaecidas durante un año y el número de nacidos vivos registrados en el transcurso del mismo año. Es considerada como uno de los indicadores más importantes para la planificación y programación de actividades en salud y, debido a su especial utilidad, es necesario calcular e interpretar correctamente sus valores.