La Cámara de Comercio, Turismo y Afines de Junín de los Andes, invita a disfrutar de la temporada de invierno con un menú de opciones y actividades turísticas “a la carta” y para todos los gustos.
Para los que aman el contacto con la nieve y la naturaleza del sur neuquino, la localidad tiene preparado una amplia oferta de propuestas.
La idea es para quienes quieran darse el tiempo de hornear galletas o amasar pan con sus hijos con la ayuda de un profesional, probar comidas especiales, aprender a hacer cerveza o catar sus variedades, tomarse un buen espumante a la orilla de un lago con el blanco volcán Lanín de fondo y jugar con la nieve libremente, caminar por senderos, o aprender a andar a caballo desde cero.
Los hoteleros habilitados están listos para ofrecerles alternativas, con protocolos sanitarios, cuidados y buenos precios.
Propuestas y actividades
Paseos pedestres urbanos y suburbanos: permiten al visitante desentrañar los orígenes y devenir del pueblo más antiguo de la provincia, dándole sentido a su fisonomía actual, en una entretenida caminata de la mano de guías profesionales, especial para los que aman disfrutar de la paz y mirar conscientemente el paisaje, la fauna y vegetación del lugar.
Un sitio exquisito para caminar en esa paz es el parque escultórico del Vía Christi, en las laderas hacia el oeste del valle. Hay que estar preparado para las numerosas interpelaciones que la interpretación del autor propone y que, más allá de su contenido particular, se manifiesta en bellas obras de arte al aire libre de tamaños casi colosales y de fuerte dramatismo, coronadas por el gigante y visible desde todo Junín “Cristo Luz” que emerge del vientre de la Madre Tierra a la vez fantástica y naturalmente, Se puede acceder a su interior, meditar o simplemente dejarse llevar por la atmósfera llena de luz que en él se percibe.
¿Pesca de invierno? Si, Junín de los Andes se encuentra a menos de una hora de ambientes que se mantienen abiertos todo el año. Lógicamente el clima determinará la posibilidad de disfrutar de esta opción embarcada, mientras tanto, nuestros guías locales conocedores a fondo, asegurarán una pesca espléndida. Están listos para recibir consultas y compartir secretos.
Párrafo aparte amerita una especial propuesta de equitación de la mano de una escuela local: ¿por qué no iniciarse en la actividad ecuestre? ¿Por qué no mejorar las capacidades de quien ya ha experimentado andar a caballo? Esto es posible en las inmediaciones del mítico Lago Huechulafquen.
En esa misma área, con reserva previa y un mínimo de pasajeros, se puede navegar en los hermosos lagos cercanos.
Un paseo entre el Huechulafquen, el Paimún y el Epulafquen ofrece una sucesión de expresiones naturales y artísticas de la Patagonia Andina, que bien podrían erigirse en un completo catálogo: volcanes, escoriales, bosque de bonsáis, acantilados, cascadas, playas de arena negra y hasta una capilla exquisita.
De estilo ecléctico, la capilla ofrece desde una cúpula de cobre hasta un altar esculpido en una sola pieza de madera nativa, vitrales y numerosas piezas de arte en su interior. La misma está dedicada a María Auxiliadora de Paimún.
En la cara norte de la base del Volcán Lanín, en el área Tromen del Parque Nacional del mismo nombre, permite a visitantes y lugareños disfrutar de la nieve en un entorno cien por ciento natural.
Allí no hay medios de elevación. Un buen calzado impermeable y una muda de ropa para cambiarse son suficientes para la nieve. Un hermoso sendero por el bosque, de dificultad menor, permite llegar caminando hasta la misma base del coloso de la Cordillera neuquina para tirarse en trineos, hacer una guerra de nieve o simplemente caminar y admirar el paisaje espectacular.
En este caso conviene siempre anunciarse con el guardaparque del sitio para mayor tranquilidad. En estos lugares, las raquetas de nieve son “lo más” y pueden alquilarse en el pueblo a valores razonables.
Este bosque, al igual que varios otros de la región, es el hogar permanente de los famosos pájaros carpinteros gigantes de copete rojo. Si bien no se ven permanentemente, la probabilidad de verlos y/o escucharlos es bastante alta, sobre todo si se camina sin hacer mucho ruido. De hecho, no son huidizos sino por el contrario, a veces están taladrando un tronco en busca de comida y no se inmutan por el paso del caminante.
Si uno camina en relativo silencio, el sonido del toc toc tan característico de las aves, ayuda a localizarlos fácilmente. Los numerosos huecos en los árboles dan cuenta de la vitalidad y permanencia de ellos en este sector.
La lista de opciones es interminable, por eso en esta temporada invitamos a “Junín de los Andes a la carta”, para que cada uno arme su propio menú.
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